ROMA, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Congreso de Gobierno de la Federación Internacional de Natación (FINA) adoptó hoy la decisión de retornar a los bañadores textiles a partir de 2010, además de disminuir su superficie a consecuencia de los problemas que han causado desde los pasados Juegos Olímpicos de Pekín.
Esta medida entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2010 con el fin de acabar con las ventajas que otorgan los bañadores actuales compuestos por materiales de poliuretano y otros semejantes, que permiten una mayor flotabilidad al nadador.
"El material será el textil y por lo general deberán ser cortos", indicó al término de la reunión el director ejecutivo de la FINA, Cornel Marculescu, que avanzó que los bañadores no podrán superar la cintura ni las rodillas.
No obstante, Marculescu dejó la puerta abierta a que estos detalles se ultimen, junto con otras nuevas reglas, el próximo 28 de julio en una nueva reunión del congreso de gobierno de la FINA, que trata --ahora sí-- de mediar con contundencia para impedir aquellos bañadores que ayuden a los nadadores.
Además, el directivo explicó que "de ninguna manera" se reconsiderarán los récords del mundo conseguidos con los bañadores de poliuretano. Por su parte, el estadounidense Michael Phelps, que competirá en Roma a partir de este fin de semana, se mostró conforme con la idea. "A mí me gusta", comentó.
LA FINA AVISA DEL PELIGRO DEL CAMBIO CLIMÁTICO
Por su parte, y en otro orden de cosas, la FINA avisó del peligro que corren al celebrar la cita mundialista al aire libre por culpa del cambio climático y anunció que el campeonato de Roma podría ser el último que se desarrolle al aire libre.
"Está claro que el clima se está desarrollando y sabemos que las temperaturas van al alza en todo el mundo. Es muy difícil para nosotros organizar este tipo de eventos al aire libre. Definitivamente deberemos apostar por los recintos cubiertos para futuros eventos", comentó el director ejecutivo de la FINA.
