MADRID 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
La 'rider' española Núria Castán no olvida que, cuando quedó sepultada bajo un alud de 250 metros durante unos diez minutos, pensó que era su "último día" e incluso se despidió en sus pensamientos, pero celebra que la vida le dio una "oportunidad" que le costó "asimilar", al mismo tiempo que aceptó su rol de pionera en el 'freeride', aunque "cuesta hacer que sea un deporte visible" porque las puertas están "bien cerradas".
"El peor miedo que tiene un 'freerider' es que te pille un alud, porque eso es uno de los factores, aparte de tus capacidades o habilidades en la montaña, que hay que tener en cuenta, siempre puede estar la posibilidad. Y a mí me ha pasado, he sobrevivido, porque desafortunadamente tengo amigos que ya no están por este motivo, y que no pueden hablar. Yo estoy contenta de estar viva, de hablar de esto", recordó la catalana en una entrevista a Europa Press.
Emocionada, rememoró el episodio por el que quedó sepultada durante 10-12 minutos bajo la nieve debido a un alud de 250 metros en el Mont-Fort de la localidad suiza de Verbier en abril de 2023. Castán estaba de camino a la salida de la tercera carrera de esta parada del Freeride World Tour, cuando en una zona que le pareció segura la nieve cayó son fuerza sobre ella, que quedó aplastada.
"El evento, el accidente, el trauma, fueron muy duros, estuve enterrada durante 10-12 minutos, no podía respirar, estaba totalmente aplastada, pensaba que ese era mi último día", expresó. "Me costó mucho, como dos semanas, asimilar que estaba viva, porque yo ya me había despedido. Pensé 'me muero haciendo lo que me gusta, es lo que hay'. Conozco otra gente que ya no está, pues mira, yo también voy a ser'", dijo en un relato conmovedor.
Este episodio marcó y marcará la vida para siempre de la catalana, que necesitó "mucho trabajo, mucha terapia, trabajar el trauma", para "gestionar el suceso y lo que vino después, porque te afecta". "Todo el estrés postraumático que tuve durante seis meses fue bastante importante, me afectó mi día a día, a cosas básicas que no hubiera ni imaginado", reconoció.
Y es que en su disciplina deben tener claro que "es un deporte extremo" en el que hay que tener "conocimientos de montaña, de rescate, para reducir las máximas posibilidades de que esto pase". "Si pasa, saber cómo actuar, con quién vas a hacer 'freeride' y que le puedas confiar tu vida, literalmente", comentó.
"Yo la verdad es que tengo mucho cuidado con esto, siempre, toda mi vida, pero me pasó en un evento competitivo, en el cual yo confiaba mi vida en la organización, entonces no me lo esperaba para nada. Dijeron que estaba seguro, y me fui a hacer la aproximación, y entonces pasó. No lo esperas nunca, siempre crees que hay un plan B", rememoró.
No obstante, pese a lo trágico del episodio, Castán ha aprendido "mucho de ello". "Aunque se supone que en un evento competitivo, con guías de montaña y demás, se supone que debería ser lo suficientemente seguro, pero eso es otro caso aparte que no hace falta comentar", agregó, antes de destacar su "trabajo mental" para superar este accidente.
"MI SUEÑO ES SER CAMPEONA DEL MUNDO"
"Todo fue a base de muchos deberes, tanto psicología cognitiva como deportiva. Tenía dos psicólogos, el combo de estas dos me daba muchísimo, porque no solo es trabajar el trauma, si quieres luego volver a competir, hay que también trabajar la parte deportiva. Cuando casi te mueres, cambia mucho la perspectiva de muchas cosas, entonces busqué motivación en superarme a mí misma y ver dónde están mis límites, y ha sido la mejor temporada de toda mi carrera", aplaudió.
Y es que la de Reus, a pesar de este accidente, finalizó segunda en el circuito mundial de 'freeride'. "Vengo de una buena temporada, fui subcampeona del mundo y ese resultado en sí viene de romper varias barreras y desafíos mentales", explicó.
"Esta temporada me pongo otros objetivos para seguir motivada, el sueño es quedar campeona del mundo, pero creo que va más allá, para mí es disfrutar de lo que hago, de hacer una línea, un descenso, de escoger algo que realmente quiero hacer. Llevo más de 13-14 años compitiendo en 'freeride', tengo ya mucha experiencia en ese sentido y estoy con muchas ganas de ver qué nos trae esta temporada", afirmó sobre la nueva campaña, que arranca en Baqueira Beret entre el 18 y el 23 de enero.
La snowboarder española completó la pretemporada en Chile y Argentina para terminar de pulir el nuevo curso y mantener y mejorar su potencial, en el segundo año que el 'freeride' estará dentro de la estructura de la Real Federación Española de Deportes de Invierno (RFEDI). "El 'freeride' es algo más allá del deporte en sí, muy especial, va más allá de tus capacidades técnicas", expresó.
"Ha sido un camino difícil, porque cuando empiezas a abrir las puertas, están bien cerradas y cuesta ir abriendo y hacer este deporte tan visible, sobre todo a nivel español. Porque en otros países, el 'freeride' es cultura, es tradición, como Austria, Suiza. Entonces, veo que se está haciendo cada vez más visible también la parte mediática", celebró.
Y Castán quiere abrir puertas "para que las futuras generaciones puedan tener las cosas más fáciles, ahora también con la integración en la Federación". "Llevo más de 13 años compitiendo sin estructura federativa, entonces esto también es algo muy nuevo. Tenía mi equipo detrás, mis entrenadores, pero todo de mi bolsillo o de mis patrocinadores. El 'freeride' cada vez está evolucionando más a pasos gigantescos, con pasos más rápidos de lo que me esperaba", aplaudió.
Además, ahora tiene el plus de que podría estar en los Juegos de 2030. "Aún no es olímpico oficial, veremos a ver si en el 2030 se hace, veremos cambios positivos en ese aspecto. En 2030, tendré 34 años, obviamente que si se hace olímpico, y se da la ocasión, me veo con ganas, estoy ahí en forma y veo que puedo dar lo máximo de mí, pues, adelante", zanjó.