EDIZIONES, 19 Oct.
Josette Duran, una madre de Albuquerque, Nuevo Mexico, ha estado preparando dos almuerzos a diario para que su hijo Dylan se los llevara al colegio desde que un buen día éste se lo pidiera.
Dylan le había contado a su madre que en el comedor solía sentarse sólo un niño a comer una pieza de fruta para el almuerzo. "¿Puedes hacerle comida a él también?", preguntó a su madre. "No creo que tenga dinero para el almuerzo". Josette no se lo pensó dos veces y desde que conoció la situación de aquel niño no dudó en añadir un menú extra a la mochila de su hijo.
"Me siento muy orgullosa del corazón de mi hijo. Es muy amable", escribió este madre de Albuquerque el pasado mes de septiembre en su página de Facebook donde contó a amigos y familiares lo que había sucedido.
"En un primer momento pensé que mi hijo se quedaba con hambre", contó Josette a la cadena de televisión KOAT la semana pasada. El director del colegio puso en contacto a Josette con la madre del pequeño al que había estado alimentando, cuando ésta se enteró de lo sucedido.
Se trataba de una madre soltera que se encontraba desempleada en aquel momento. Ahora que ha conseguido trabajo, quiso devolver a Josette el gesto con los pocos ahorros que había conseguido. Un gesto que Duran se negó a aceptar. Tampoco aceptó la donación que el equipo de voleibol le hizo para pagar los almuerzos de más que había estado haciendo. En lugar de ello, lo donó al comedor del colegio de su hijo para que ningún niño tenga que quedarse sin comer.
"Me hubiera gustado que esto me hubiese pasado a mi cuando hace unos años me encontraba en una situación parecida", confesó Duran a la cadena.
