MADRID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
La inmobiliaria Nozar afronta mañana viernes el último día del plazo con que cuenta para negociar su deuda sin grandes expectativas de lograr un acuerdo con sus bancos y acreedores, y el consiguiente riesgo de declararse en concurso, según indicaron a Europa Press en fuentes financieras y del sector.
La compañía de la familia Nozaleda seguía a última hora de la tarde de hoy encontrando la reticencia y el rechazo de algunos de sus bancos a sumarse a un acuerdo para reestructurar la deuda de 700 millones y a aportar los 70 millones de euros de capital que la empresa necesita para garantizar su solvencia.
De igual forma, las mismas fuentes apuntaron que Nozar tampoco había cosechado el respaldo necesario para el plan de pago de deuda presentado a sus acreedores no financieros. En dicha propuesta, la compañía ofrecía quitas de hasta el 50% de los importe de las deudas pendientes.
No obstante, la compañía mantiene abierta la negociación con los bancos y acreedores, si bien las expectativas "pesimistas" y "poco halagüeñas", según dichas fuentes.
La compañía de la familia Nozaleda cuenta de plazo hasta mañana viernes 11 de septiembre para cerrar un acuerdo con sus acreedores y bancos financiadores y evitar así declararse en concurso.
Nozar está inmersa en este proceso de negociación con acreedores gracias a la reciente reforma realizada en la Ley Concursal. La inmobiliaria fue una de las primeras que se acogió a una de las principales novedades de esta ley, la que favorece la posibilidad de que las empresas se refinancien antes de entrar a concurso, mediante la apertura de un plazo de tres meses para negociar un calendario de pagos de deuda con sus acreedores.
La inmobiliaria se acogió a esta cláusula de la Ley Concursal apenas una semana después de superar en los tribunales una solicitud de concurso necesario interpuesta por un acreedor.
En caso de que finalmente tenga que someterse a un proceso concursal, Nozar pasaría a engrosar la lista de grandes compañías del sector que se han declarado insolventes desde que estalló la burbuja inmobiliaria, como son Llanera, Martinsa-Fadesa, Habitat, Tremón, Aifos, Constructora Pedralbes, Edisan, Obrum, DHO, Begar.
