MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -
Los déficit públicos que soportan los distintos Estados constituye la "principal preocupación" para casi un tercio (el 30%) de los directivos de grupos de construcción e ingeniería de todo el mundo respecto a la evolución futura de sus negocios.
Así lo indica estudio anual de infraestructuras de KPMG, realizado a partir de una encuesta formulada directivos de empresas del ramo de 27 países.
Los déficit figuran no obstante como el tercer máximo problema para los directivos de las empresas del sector, por detrás de la incertidumbre económica, citada por el 71% de los ejecutivos, y la escasez de mano de obra cualificada (31%).
El estudio refleja los "obstáculos" que las empresas detectan en la inversión en infraestructuras a través de sistemas de colaboración entre capital público y privado, los que actualmente se erigen en los distintos países para salvar las restricciones presupuestarias.
Así, los ejecutivos encuestados consideran "crucial" crear un entorno que fomente la inversión del sector privado. "Ello implica hacer frente a los obstáculos regulatorios y legislativos, y mostrar voluntad a largo plazo, que trascienda la popularidad política inmediata", señala el documento.
De igual forma, el informe revela que la mitad de las constructoras consultadas reconoce que "no fue capaz de prever los problemas que causaron la erosión de sus márgenes".
En este sentido, el 45% de los directivos dice que la cuantificación de los riesgos figura como una de sus principales preocupaciones, y otro 50% reconoce que "quiere entender mejor la relación entre estrategia y riesgo".
RIESGOS DE PAISES EMERGENTES.
Pese a todo ello, las empresas del ramo detectan oportunidades de negocio en el sector de las infraestructuras que, en su opinión, se localizan en los mercados emergentes y el sector energético.
Por lo que a los mercados se refiere, admiten que los emergentes presentan "desafíos" como el acceso a recursos cualificados (41%) y los riesgos políticos (33%) y de variación del sistema legal (14%).
Respecto al tipo de proyecto, el 40% de los ejecutivos preguntados prevé que el sector energético "ofrecerá la mayor oportunidad de ingresos durante los próximos doce meses por encima de otro tipo de infraestructuras como las de transporte".
Con todo, casi la mitad (el 49%) de los encuestados confía en que sus carteras de pedidos crezcan entre un 5% y un 15% el próximo año. Además, seis de cada diez espera que los márgenes de los proyectos por los que compitan se mantengan en línea con los de los proyectos que ya tiene en cartera.
