MADRID, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
La producción de hormigón retrocedió el año pasado un 10,1% respecto a 2019, un dato mejor de lo esperado inicialmente, aunque el sector ya mira hacia 2021 con pesimismo y prevé que sea incluso peor que el año pasado.
Según el último barómetro realizado por la Asociación Nacional de Fabricantes de Hormigón Preparado (Anefhop), las empresas del sector prevén que la caída del empleo esperada, junto con la bajada del poder adquisitivo, provoquen un descenso de la demanda.
Asimismo, tampoco son optimistas respecto a la iniciativa pública para facilitar la inversión y no creen que la llegada de los fondos europeos vaya a servir para revertir tendencia a la baja en el sector, aunque sí han observado un cambio positivo en cuanto a la previsión de la inversión privada.
Las dos principales preocupaciones para estas empresas siguen siendo la estrategia comercial, la escasez de ofertas y la gestión de las personas ante los contagios. No se contempla, por el contrario, los concursos de acreedores, pues la gran mayoría de los asociados cree que el empleo se mantendrá y que la viabilidad de las empresas no se verá afectada gravemente.
Lo que sí se mantiene es el miedo a las reducciones crediticias, al tiempo que se reduce la preocupación por la falta de cumplimiento de los plazos de pagos de los clientes o la paralización de la obra, según las respuestas facilitadas en el barómetro.
