Economía/Finanzas.- Bruselas pide un código de buena conducta para los fondos soberanos que aumente su transparencia

Actualizado: miércoles, 27 febrero 2008 19:15


BRUSELAS, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea pidió hoy la creación de un código voluntario de buena conducta para los fondos soberanos propiedad de países como China, Rusia o Arabia Saudí con el objetivo aumentar su transparencia y evitar que sean utilizados para perseguir objetivos estratégicos de los Estados que los controlan.

El presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, resaltó que Europa "debe seguir abierta a las inversiones extranjeras". "Los fondos soberanos no son el lobo feroz que nos amenaza; han inyectado liquidez y han contribuido a estabilizar los mercados financieros. Pueden ofrecer las inversiones fiables a largo plazo que necesitan nuestras empresas", agregó en un comunicado.

Pese a ello, Barroso admitió que es necesario "un acuerdo a nivel mundial respecto de un código deontológico voluntario" cuyo objetivo principal debe ser "impedir que algunos fondos se gestionen con opacidad por objetivos de índole no económica". A su juicio, la UE debe adoptar un "enfoque común" y evitar que se produzcan "respuestas diferentes" de los Estados miembros que fragmenten el mercado único.

El presidente de la Comisión dejó claro que, si los fondos soberanos no aceptan elaborar este código de conducta voluntario, el Ejecutivo comunitario propondrá legislación europea sobre la materia.

En un informe adoptado este miércoles por la Comisión que se presentará a la cumbre de líderes europeos de marzo se subraya que el código de conducta debe aumentar la "transparencia, previsibilidad y responsabilidad" de las inversiones de fondos soberanos. Para ello, Bruselas reclama "alcanzar una mayor claridad y conocimiento sobre la gobernanza de estos fondos y mejorar la calidad de la información que facilitan a los mercados sobre su dimensión, sus objetivos de inversión, sus estrategias y el origen de sus recursos".

La UE asumirá un papel de liderazgo en los esfuerzos internacionales que ya se han iniciado en el Fondo Monetario Internacional (FMI) para desarrollar este código de conducta y en la OCDE para definir las mejores prácticas para los países receptores de las inversiones de los fondos soberanos, según destaca el informe. El objetivo es alcanzar un acuerdo sobre el código de conducta a finales de este año.

La Comisión destaca que entre los principales motivos de preocupación está que algunos fondos soberanos operen de manera opaca, por ejemplo ocultando el valor de sus activos, sus objetivos de inversión y la naturaleza de sus sistemas de gestión de riesgos.

Preocupa también, según Bruselas, que los propietarios de los fondos puedan utilizarlos para otros intereses geopolíticos estratégicos, más que para los intereses comerciales normales, distorsionando, por tanto, los mercados y planteando posibles problemas de seguridad para la UE y sus Estados miembros.

El Ejecutivo comunitario presentó además otro informe sobre estabilidad financiera que también se debatirá en la cumbre de primavera. En él se subraya que la economía europea está respondiendo "relativamente bien" a las turbulencias de los mercados financieros, la ralentización ocurrida en EE.UU. y la subida de los precios de la energía y los productos básicos.

A pesar de una cierta revisión a la baja, en las últimas previsiones interinas de la Comisión, la cifra de crecimiento para la UE en 2008 sigue estando en un 2 %. Bruselas destaca que las reformas emprendidas con arreglo a la Estrategia de Lisboa para el crecimiento y el empleo "han hecho más resistentes a las economías europeas".

El informe pide a los jefes de Estado y de Gobierno que confirmen el catálogo de medidas adoptadas en octubre de 2007 para evitar que se repitan las actuales turbulencias financieras. Entre ellas, mejorar el funcionamiento de las agencias de calificación de riesgos; alentar la notificación rápida y completa de las pérdidas por las instituciones financieras o aumentar la coordinación entre Estados miembros para garantizar una supervisión estricta y efectiva de los grupos transfronterizos.