El Sindicat d'Estalvi de Catalunya cree que eliminar el nombre es arriesgado y sin garantías
BARCELONA, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
El que fue presidente de Caixa Catalunya durante 20 años (1985-2005), Antoni Serra Ramoneda, espera que si se produce un cambio de nombre en Caixa Catalunya por la fusión con Caixa Manresa y Tarragona, la Generalitat "no lo permita".
En una entrevista del diario 'Avui' recogida por Europa Press, Serra Ramoneda dijo que no acaba de creerse las informaciones sobre el posible cambio de nombre, pero añadió que si se confirman, el Govern debe evitarlo.
"El mejor activo que tiene Caixa Catalunya es su nombre, y nosotros nunca tuvimos ningún problema con la expansión por el mercado español con la actual denominación", argumentó.
También se mostró sorprendido por la unión de la caja actualmente presidida por Narcís Serra con las entidades de Manresa y Tarragona: "La operación más natural habría sido la integración con las cajas de Tarragona y Girona --para unir a las tres entidades de origen público--".
Serra Ramoneda consideró que las fusiones no se están realizando "ni para ganar dimensión ni para resolver problemas financieros, sino para cerrar oficinas y reducir personal", tras la "expansión brutal" de los últimos años, que con la crisis se ha traducido en sucursales que no son rentables.
Asimismo, auguró que las cajas españolas acabarán convirtiéndose en bancos, tras un contexto actual que le recuerda a la privatización de las grandes empresas estatales en las décadas de los 80 y los 90.
OPOSICIÓN SINDICAL
La oposición de Serra Ramoneda a la pérdida del nombre Caixa Catalunya también la comparte el Sindicat d'Estalvi de Catalunya (SEC), que emitió hoy un comunicado en el que muestra su rechazo a que desaparezca un nombre que expresa vinculación al territorio y en el que la caja tiene el 80% de los clientes.
El sindicato defendió que es "la mejor marca posible para una caja catalana", y que cambiarla es una "aventura con mucho riesgo y ninguna garantía", pensando que en España se podría hacer más negocio y que en Catalunya no habría efectos negativos.
El SEC argumentó que "es cierto que hay grupos de población que recelan de aquello que proviene de Catalunya, pero son grupos reducidos y, sin duda, no se dejarán engañar por un cambio de nombre. Caprabo no tiene el nombre Catalunya en su logo y cuando fue el momento sufrió el correspondiente boicot".
El sindicato también alertó de que "empezar de cero" con una nueva marca es estos momentos "es un esfuerzo económico y comercial indefendible".
