Economía/Finanzas.- Las turbulencias financieras y el 'subprime', las sorpresas negativas de 2007

Actualizado: domingo, 30 diciembre 2007 11:03

MADRID, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -

El sector financiero internacional abandonó la senda del optimismo el pasado mes de agosto, cuando se desató una crisis que hizo tambalearse a las bolsas mundiales y que ha provocado miles de millones en pérdidas a las entidades financieras, incluso a las más sólidas, cuyos activos se vieron devaluados a causa de la crisis del sector hipotecario 'subprime' estadounidense.

En medio de una ralentización económica en Estados Unidos, causada en gran parte por el enfriamiento del mercado de la vivienda, las hipotecarias especializadas en la concesión de créditos de elevado riesgo, 'hipotecas basura' o 'subprime' comenzaron a desplomarse el pasado verano por elevadas tasas de impago.

Pero lo que comenzó como una crisis sectorial comenzó a extenderse por el sistema financiero cuando los activos vinculados al 'subprime', sofisticados y complejos productos de inversión de elevada rentabilidad a través de los cuales se adquiría deuda de este tipo de hipotecarias, empezaron a desplomarse.

La confianza se evaporó del mercado y el pánico se extendió por las bolsas, resultando las principales perjudicadas las entidades financieras, que no sólo tuvieron que enfrentarse a la depreciación de sus activos, que provocó enormes agujeros en sus cuentas, sino también a abultadas pérdidas bursátiles.

Esta reevaluación del riesgo se tradujo en una ausencia de liquidez en los mercados y en un endurecimiento de las condiciones crediticias, lo que dificultó el acceso de las entidades a financiación y también a un cierto bloqueo a la actividad corporativa, al endurecerse el acceso a la financiación para realizar compras.

La crisis se trasladó a la esfera macroeconómica y modificó por completo el optimista escenario para la evolución del crecimiento económico mundial. Los Bancos Centrales entraron a escena y comenzaron a inyectar liquidez en el mercado para evitar los descalabros bursátiles e insuflar confianza.

La primera consecuencia evidente de las turbulencias financieras se produjo en materia de política monetaria. Los principales bancos centrales cambiaron su guión ante la incertidumbre que plantea la crisis y para proteger la economía en la medida de los posible de las sacudidas del fenómeno.

La Reserva Federal estadounidense (Fed) comenzó a bajar tipos en septiembre y ha aplicado desde entonces tres recortes consecutivos del precio del dinero, que se redujo en un punto, hasta situarse en el 4,25%.

Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) abandonó su política monetaria alcista y mantiene estable el precio del dinero desde el pasado mes de junio en el 4%, enfrentándose además a severas presiones inflacionistas en la zona euro derivadas del aumento de los precios del crudo y de los alimentos, lo que le coloca en una situación incómoda para aplicar un recorte que daría un respiro a la economía.

PANORAMA DE INCERTIDUMBRE Y GRANDES PÉRDIDAS

Los analistas discrepan en determinar cuándo acabará la crisis y en cuantificar su impacto en la economía real, debido a la inexistencia de un fenómeno similar en el pasado, que llena el escenario de incertidumbre, pero insisten en que lo peor está por llegar, ya que el impacto sobre el crecimiento comenzará a sentirse a principios de 2008 y todo depende de cómo acuse el golpe Estados Unidos, la mayor economía del mundo, al fin y al cabo, a la que se le presenta un panorama difícil al estar en el meollo de la crisis.

De hecho, son las entidades financieras de EEUU las que resultaron más perjudicadas por el desplome del subprime. Las cuentas del tercer trimestre de los mayores bancos estadounidenses mostraron enormes agujeros en sus cuentas, y los expertos estiman que aún no se conocer el impacto real sobre sus balances y prevén que los números se tiñan de rojo en los resultados anuales.

La mayor entidad estadounidense, Citigroup, recortó un 57% su beneficio neto del tercer trimestre del año (julio-septiembre), que se situó en 2.378 millones de dólares (1.672 millones de euros).

Además, los títulos de la entidad han caído en bolsa cerca de un 45% desde comienzos de este mismo año, lo que se traduce en una merma de 124.000 millones de dólares de su capitalización de mercado, debido a sus pérdidas relacionadas con el desplome del sector hipotecario 'subprime' en Estados Unidos.

La entidad estadounidense dio a conocer en noviembre depreciaciones en sus activos relacionadas con el 'subprime' situadas entre 8.000 y 11.000 millones de dólares (5.390 y 7.411 millones de euros), en el cuarto trimestre.

Por su parte, Morgan Stanley anunció pérdidas por importe neto de 3.588 millones de dólares (2.494 millones de euros) en el cuarto trimestre y un recorte del 57% de sus ganancias anuales.

Merrill Lynch anuncio pérdidas por importe de 2.310 millones de dólares (1.624 millones de euros) en el tercer trimestre, frente al beneficio neto de 3.000 millones de dólares (2.108 millones de euros) en el mismo periodo de 2006, lo que representa los peores resultados trimestrales en los 93 años de historia de la entidad.

CAYERON LAS ESTRELLAS DE WALL STRET

Tras estos resultados, comenzaron a rodar cabezas en las directivas de estos grandes bancos. Los ejecutivos estrella de Wall Street abandonaron sus puestos empujados por el encadenamiento de números rojos.

Una de las primeras víctimas fue el presidente de Citigroup, Charles Prince, seguido del presidente y consejero delegado de Merril Lynch, Stan O'Neal, quien decidió abandonar la compañía con efectos inmediatos.

También la copresidenta del banco de inversión Morgan Stanley, Zoe Cruz, abandonará el uno de diciembre ese puesto, después de 25 años en la firma.

Sin embargo, la excepción que confirma la regla la constituye Goldman Sachs, que no sólo ha capeado la crisis con solvencia, sino que ha presentado generosos balances tanto trimestrales como anuales.

La entidad cerró su ejercicio fiscal el pasado 30 de noviembre con un beneficio neto récord de 11.599 millones de dólares (8.047 millones de euros), lo que supone un 22% más que en su anterior año fiscal.

Sin embargo, el golpe también se ha sentido en Europa, aunque con menor intensidad. Una de las entidades más perjudicadas, la suiza UBS ya ha anticipado pérdidas en sucesivos 'profit warnings', en Reino Unido, Northern Rock busca desesperadamente un comprador tras pedir prestados cerca de 30.000 millones de libras al Banco de Inglaterra.

Con respecto al impacto de la crisis en España, el sector bancario permanece por el momento a salvo y ninguna entidad bancaria nacional ha sufrido hasta ahora los demoledores efectos de la crisis debido a su escasa exposición a los activos 'subprime', no obstante, algunas fuentes del mercado confiesan que un par de cajas se habrían visto en dificultades, al igual que un banco mediano.

Además, la solida posición de la banca española le permitirá, según la Asociación Española de Banca (AEB), enfrentar con confianza la crisis de los mercados financieros.

Según los expertos, los efectos de la crisis sobre España serán de carácter coyuntural, es decir, derivados de los efectos de la crisis en la economía europea, y por defecto, en la española. A este respecto, la ralentización de Estados Unidos y la debilidad del dólar podrían jugar en contra.