De la Rica (Fedea) dice que SEPE no tiene capacidad para llevar a la práctica la nueva ayuda a parados

Actualizado: jueves, 15 enero 2015 17:39

Apuesta por más políticas de orientación y seguimiento de parados y por la evaluación de los resultados para garantizar su efectividad

MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -

La investigadora de la Fundación de Estudios Aplicados (Fedea) Sara de la Rica cree que el Servicio Público de Empleo (SEPE) no tiene actualmente capacidad para abordar adecuadamente políticas de orientación y seguimiento de parados, como el programa extraordinario de activación para el empleo que se ha comenzado a aplicar este jueves.

Así lo indica en un estudio titulado 'Políticas activas de empleo. Una panorámica', en el que señala que los talones de Aquiles del SEPE son su escasa infraestructura y la falta de personal adecuado para realizar estas tareas.

De la Rica llama a compensar estas deficiencias ya que, de acuerdo con su análisis, las políticas de orientación y seguimiento son las más eficaces y menos costosas de las que conforman el abanico de las políticas activas de empleo, no así los incentivos directos a la contratación en las empresas, que han sido la opción más utilizada por España en los últimos años.

En este sentido, la investigadora considera que para llevar a cabo itinerarios personalizados para que los parados se reincorporen cuanto antes al mercado de trabajo, como es el caso de esta nueva ayuda, el SEPE debe introducir severas modificaciones o apoyarse en las agencias públicas de colocación. En la práctica, la configuración de la nueva ayuda ya prevé este tipo de colaboración público-privada.

Así pues, la investigadora propone avanzar en la insuficiente suscripción de acuerdos entre el SEPE y las agencias privadas de colaboración, e incentivar a los trabajadores de ambas instancias de acuerdo con sus resultados.

Por otro lado, De la Rica señala que muchos parados de larga duración acaban agotando los subsidios al no encontrar empleos con una remuneración superior a dicha ayuda. Por ello, llama a conectar los subsidios con la activación por ejemplo permitiendo que los empleados puedan compatibilizar subsidio y salario, con la idea de que la primera opción sea la de coger un trabajo.

ESPAÑA IBA EN DIRECCIÓN CONTRARIA.

Así pues, De la Rica señala que en España se han dedicado hasta el 40% de los recursos en políticas activas a sufragar incentivos directos a la contratación, que sólo se han mostrado eficaces cuando se dirigen a colectivos concretos, como mujeres de mediana edad, mientras que estas políticas de orientación han sido las grandes olvidadas.

Esta circunstancia es la contraria en algunos países del Norte de Europa, como Dinamarca o los Países Bajos. La investigadora achaca parte de este gasto ineficiente en políticas activas a que en España se ha producido hasta ahora una escasa evaluación de los resultados.

Y es que, la investigación de De la Rica refleja que este tipo de políticas pueden tener diferentes efectos adversos como el del 'peso muerto' --se subvencionan empleos que se iban a suscribir igualmente-- o de sustitución --las empresas prescinden de trabajadores no subvencionados por otros que sí lo están--.

Ante esta circunstancia, el informe insta a incrementar los controles y la supervisión de estas ayudas, para evitar un mal uso por parte de las empresas, así como a orientar estas políticas a colectivos concretos en los que pueden ser eficaces, como incentivar la contratación de los 1,2 millones de parados mayores de 45 años, que de otra manera no serán atractivos para las compañías.

OTRAS POLÍTICAS ACTIVAS.

Con todo, las políticas activas de empleo españolas no han estado del todo desencaminadas, según De la Rica. El estudio señala que el 25% de las mismas se dirigían a la formación de parados, la segunda de las opciones más eficaces para lograr la colocación de parados.

De la Rica señala que, si bien las políticas de orientación y seguimiento son efectivas por sí solas para colocar a parados con formación, no son suficientes para aquellos no cualificados que requieren de conocimientos adicionales.

La investigadora apunta la necesidad de fortalecer la formación dual y recomienda, en lugar de la proliferación de cursos de corta duración y dudosa efectividad --nuevamente a la sombra de la escasa evaluación de los resultados--, optar por cursos más específicos y por tiempo más prolongado.

Ello supone una modificación "radical" de este panorama de cursos, de modo que se abran a la competencia, a la evaluación y que se nutran de recursos en función de los resultados obtenidos, como ocurre en la actualidad con los recursos públicos que se destinan a la intermediación.

Por último, el informe señala que los programas de creación pública directa de empleo son los que arrojan un balance más negativo para la empleabilidad de los parados una vez que la creación de empleo cesa.

Leer más acerca de: