Economía.- El actual marco regulatorio impide que las empresas completen con éxito sus reestructuraciones, según PwC

Actualizado: martes, 20 mayo 2014 14:43

Propone medidas para que los procesos de reestructuración sean reales y permitan a las compañías recuperar la senda del crecimiento

MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -

El actual marco regulatorio impide que las empresas puedan completar con éxito sus procesos de reestructuración, tal y como se deduce del informe 'Temas candentes de las reestructuraciones financieras', elaborado por PwC a partir de la opinión de un grupo de expertos y profesionales relacionados con el ámbito de las reestructuraciones financieras.

Según PwC, hasta el momento, una gran parte de los procesos de refinanciación han buscado el aplazamiento de las obligaciones de pago y no han permitido que se produzcan reestructuraciones operativas profundas.

A su parecer, esto se ha debido, entre otros factores, a que la regulación en materia de provisiones no ha ayudado a las entidades financieras a prestar dinero nuevo a las compañías en situación de refinanciación, lo que les ha condenado en muchos casos al concurso y a la liquidación.

En este contexto, PwC propone tres tipos de medidas para que los procesos de reestructuración sean reales y permitan a las compañías recuperar la senda del crecimiento.

La primera hace referencia a la reforma de la regulación en materia de provisiones para las entidades financieras. En concreto, se propone la eliminación de la provisión en relación a los aportes de dinero nuevo a compañías refinanciadas, así como que no se considere provisionable la deuda relacionada con las líneas de circulante.

El documento señala también que se debería crear un entorno que permita que los importes que provisionan las entidades se trasladen a los negocios, en beneficio de la preservación de valor de los mismos. Esto proporcionaría de liquidez adicional a las empresas en procesos de refinanciación para poder reestructurase y continuar con su actividad.

El informe propone un segundo paquete de medidas encaminadas a establecer cuál debe ser el comportamiento y el camino para llevar a cabo un proceso de refinanciación de forma ordenada, transparente y eficaz. En el caso español, propone que el Banco de España impulse unas reglas claras que incluyan un pacto de espera en tiempo suficiente para determinar el cuánto, cuándo y cómo de un proceso de refinanciación.

Además, las nuevas normas deberían contemplar que el proceso de refinanciación cuente con la información apropiada y a tiempo para juzgar lo que da de sí el negocio, que los bancos informen y manejen relaciones de manera adecuada con el resto de acreedores financieros y que se financien de forma obligatoria las necesidades de corto en proporción a la deuda existente.

Según PwC, resulta "alarmante" la cantidad de procesos en los que, en España, estas reglas se incumplen de manera sistemática. Dicho incumplimiento hace que los procesos sean largos y muy ineficientes, y generen una importante destrucción de valor.

CAMBIOS EN LA LEY CONCURSAL

El tercer tipo de medidas propuestas está encaminado a que la actual ley concursal responda eficazmente a las necesidades de los procesos de refinanciación. Aunque el decreto de marzo, por el que se adoptan medidas urgentes en materia de refinanciación y reestructuración de deuda empresarial, ha introducido notables mejoras, PwC se inclina por una reforma más profunda que ayude a simplificar los procesos de liquidación.

Los expertos también ven "indispensable" la creación de un colegio profesional de administradores concursales para que se profesionalice su figura, así como que se permita que los acreedores tengan un papel relevante y activo dentro del proceso concursal, con la creación de un comité de acreedores como órgano supervisor de las actuaciones llevadas a cabo por los administradores concursales.

Por último, el documento indica que es necesario que la financiación bancaria tradicional en España vuelva a enfocarse en prestar a las pymes y que se consoliden otras fuentes de financiación alternativas, como los fondos distress, que durante los últimos años, han aprovechado importantes oportunidades para financiar procesos de reestructuración a cambio de remuneraciones muy elevadas, y en las que las entidades tradicionales deberían plantearse participar.