Navarrete (Tesoro) cree que la eurozona ha perdido la oportunidad de hacer reformas en un entorno positivo

Publicado: miércoles, 23 mayo 2018 15:40

Schuknecht, del ministerio alemán de Finanzas, se pregunta si toda Europa debe pagar por casos como el de la crisis de las cajas de ahorro de España

MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) -

El secretario general del Tesoro Público y Política Financiera, Fernando Navarrete, ha criticado que desde 2014 no se hayan realizado cambios en la estructura europea aprovechando el impulso económico, asegurando que la zona euro ha perdido la oportunidad de trabajar en un entorno positivo.

Así lo ha asegurado Navarrete, quien asumió su actual cargo el pasado mes de abril, durante su intervención en el seminario de alto nivel organizado por el Banco de España bajo el título 'Reforzar la gobernanza de la zona euro: desafíos a corto plazo y una visión a largo plazo', en el que también han participado otras tres personalidades relevantes en el mundo de las finanzas de la esfera internacional.

"Los principales cambios de la estructura europea se pararon en 2014, así que básicamente nos hemos saltado todo el entorno positivo a la hora de hacer reformas y, por tanto, hemos perdido la oportunidad de trabajar en un entorno positivo. El enfoque no ha sido equilibrado", ha aseverado el principal responsable del Tesoro español.

Asimismo, Navarrete ha señalado que la zona euro se encuentra en una situación que se podría llamar 'la trampa del roadmap' (hoja de ruta), intentando siempre ver qué va a pasar sin tener una visión clara del resultado final. "Tener una visión clara del resultado final puede ser una ayuda para saber hacia donde queremos dirigirnos. La idea del Gobierno español es dar soluciones prácticas, acuerdos, para hacer avanzar el debate", ha explicado.

Para Navarrete, es muy necesaria la implementación de una mejor red de seguridad y reducir los riesgos de fragmentación financiera, ya que en su opinión parece haberse olvidado lo que puede suponer esto para los mercados: la falta de confianza. "Este elemento de la ecuación a la hora de evaluar los activos financieros es esencial para no distorsionar", ha precisado.

Asimismo, ha defendido la necesidad de finalizar el proceso de unión bancaria, ya que el coste extra para los ciudadanos que ha supuesto no haberla completado durante la crisis no se puede subestimar. "Esto hace que los ciudadanos pierdan la fe o la atracción hacia el proyecto común", ha advertido Navarrete, subrayando que el marco actual es "incompleto" e "inestable" desde el punto de vista político.

Según ha explicado, el marco actual sobre resoluciones bancarias implica que la toma de decisiones sobre liquidaciones se tomen a nivel europeo, aunque el fracaso de las mismas tiene consecuencias a nivel nacional. Navarrete ha dicho que se debe encontrar un modo de alinear la toma de decisiones con las consecuencias financieras de los errores potenciales.

En este sentido, ha señalado que para que exista una mayor coordinación y para tratar a la unión bancaria como una jurisdicción única que sirva como 'backstop' o cortafuegos que pueda evitar 'shocks', se deben eliminar los obstáculos regulatorios nacionales. No obstante, ha admitido que siempre puede darse un 'shock' lo suficientemente negativo como para rebasar todos los amortiguadores. "Aquí entra en juego la capacidad de estabilización y la red de seguridad financiera", ha añadido.

COMPARTIR RIESGOS

De esta forma, Navarrete ha pedido un equilibrio correcto entre la unión bancaria y la capacidad de estabilización, incluyendo también políticas contracíclicas, la no existencia de transferencias permanentes sino como apoyo temporal o unos criterios de elegibilidad claros. También cree que es necesario una reforma del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que apoye la unión bancaria, sirva como 'backstop' para el Fondo Único de Resolución (FUR) y proporcione asistencia financiera a los estados miembro con mal acceso a mercados o sujetos a condicionalidad.

Respecto a la idea de reducir riesgos y compartirlos, Navarrete ha indicado que se trata de una medida polémica, ya que no todos los países están dispuestos a compartir ciertos tipos de riesgos, contexto en el que entran en juego sobre todo los problemas de las herencias de legado, los NPLs o préstamos dudosos.

"Desde la perspectiva económica, lo que más necesitamos es compartir los riesgos económicos. Esto no se ha desarrollado suficientemente comparado con Estados Unidos (...) Cuanto más compartimos los riesgos, menos necesario será trabajar a través de canales fiscales", ha indicado en este sentido el director general del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Klaus Rengling, uno de los otros tres panelistas invitados al seminario.

FALTA DE CONFIANZA

De su lado, el jefe de Economía, director general de Política Fiscal y Política Financiera y Monetaria Internacional del Ministerio de Finanzas de Alemania, Ludger Schuknecht, ha asegurado que en su país existe un problema de confianza respecto al marco europeo existente. "Se supone que las instituciones deben funcionar bien, pero existen carencias", ha apostillado. Esta situación provoca que muchos, sobre todo los países del Norte, sean escépticos a la hora de aumentar la compartición de riesgos.

"¿Debe toda Europa pagar por problemas estructurales del sector bancario como ocurrió con el caso de la crisis de las cajas de ahorro en España?", ha planteado el economista alemán, explicando que es bueno tener un compromiso claro pero sin convertirse en una fuente de oportunismo donde cada país presenta sus exigencias.

Según Schuknecht, la crisis de 2008 fue un 'shock' endógeno, aunque se heredara cierta falta de confianza desde Estados Unidos. "Hay que tener en cuenta la gran dimensión de la zona euro, parece lógico que los países pequeños y más vulnerables estén a favor de la mayor compartición de riesgos, pero los países más grandes sienten que son los que deben preocuparse y sacar adelante al conjunto", ha explicado.

Por otro lado, Ashok Vir Bathia, del departamento europeo del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha indicado que existe un consenso "limitado" sobre el futuro de la estructura de la Unión Económica y Monetaria (UME). Si bien, el organismo presidido por Christine Lagarde cree que el consenso se puede lograr y pide que no se subestimen los desafíos ni la resistencia de los intereses. "Hacen falta pasos para una mayor armonización y que los bancos fallidos se gestionen en un marco que permita reducir costes a la economía, al resto del sector y a los contribuyentes", ha señalado.