RSC.- El amianto crisotilo podría ingresar en la lista de productos químicos peligrosos del Convenio de Rotterdam

Actualizado: jueves, 5 octubre 2006 16:32

En la actualidad existen 70.000 productos químicos diferentes en el mercado y anualmente se introducen 1.500 más


MADRID, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -

Representantes gubernamentales de más de 100 países se reunirán la próxima semana en Ginebra para decidir si el amianto crisotilo --que supone el 94 por ciento del consumo mundial-- ingresa en la lista de vigilancia que trata de proteger la salud y el Medio Ambiente de los productos químicos peligrosos.

La lista de sustancias peligrosas --establecida bajo el Convenio de Rotterdam sobre Consentimiento Fundamentado Previo (CFP) aplicable a ciertos plaguicidas y productos químicos peligrosos que forman parte del comercio internacional como aldrín, binapacryl, captafol, clordano, clorodimeform, y clorobencilato-- promueve la transparencia y el intercambio de información sobre los riesgos de estos productos. Sin embargo, no impone ningún tipo de prohibición.

En la última revisión de la lista también podrían aparecer once productos químicos de uso industrial como cinco clases de amianto (actinolita, antofilita, amosita, crocidolito y tremolita); bifenilos polibromatados (PBB); bifenilos policlorinados, (PCB); terfenilos policlorinados (PCT); tetraetilo de plomo y tetrametilo de plomo y tris (dibromopropilo, 2,3) fosfato.

El pasado mes de febrero, un comité técnico de expertos determinó que el amianto crisotilo cumple los criterios para ser incluido en la lista CFP. Un requisito clave es que al menos dos países de dos regiones diferentes del mundo hayan prohibido o limitado el uso del producto químico en cuestión.

La tercera sesión de la Conferencia de las Partes del Convenio de Rotterdam tratará también sobre la ayuda técnica, la financiación, el incumplimiento y la cooperación con otros tratados e instituciones.

PROTEGER AL MEDIO AMBIENTE

En este sentido, el director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Achim Steiner, afirmó que "proteger a la población y el Medio Ambiente de los productos químicos y los pesticidas peligrosos requiere un sistema eficaz de compartir la información sobre los riesgos y los procedimientos de seguridad". "Para continuar siendo relevante, la Convención tiene que ocuparse de aquellas sustancias de valor comercial que pueden ser peligrosas a menos que se expliquen y se adopten todas las precauciones necesarias", indicó.

Por su parte, el responsable del departamento de Agricultura, Bioseguridad, Nutricion y Protección del Consumidor de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Alexander Müller, aseguró que "la puesta en práctica del Convenio de Rotterdam permite a las partes proteger la salud humana y el Medio Ambiente de pesticidas indeseados".

Asimismo, afirmó que "necesitamos establecer un mecanismo sólido y eficaz a nivel nacional que pueda hacer frente al enorme crecimiento del uso y el comercio de productos químicos a nivel mundial".

La FAO y el PNUMA comparten la Secretaría del Convenio de Rotterdam. Según este Convenio, las exportaciones de productos químicos y de plaguicidas incluidos en la lista requieren el Consentimiento Fundamentado Previo del país importador.

Esto facilita a los países en desarrollo decidir sobre los productos químicos peligrosos que desean recibir y excluir los que no pueden distribuir de forma segura. Los países exportadores tienen la responsabilidad de asegurar que ninguna exportación abandone el territorio cuando el país importador no acepta el producto químico en propuesto.

AUMENTO DE TÓXICOS

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó una resolución a principios de este año en la que se aconsejaba la prohibición del uso de cualquier tipo de crisotilo. La resolución reflejaba la preocupación expepresada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la influencia del crisotilo en el cáncer de pulmón y mesotelioma.

En 2008 se celebrará la cuarta sesión de la Convención donde los Gobiernos decidirán sobre los siguientes productos tóxicos que se añadirán a la lista de vigilancia, entre los que se encuentran el tributi estaño (TBT) --usado en las pinturas antialgas de los cascos de los barcos y tóxico para los peces, moluscos y otros animales-- o el endosulfán, un pestacida utilizado en los cultivos de algodón.

En la actualidad existen 70.000 productos químicos diferentes en el mercado y anualmente se introducen 1.500 más. Este hecho plantea un reto importante a los responsables de controlar estas sustancias potencialmente peligrosas. En los últimos años, numerosos plaguicidas que han sido prohibidos o restringidos en los países industrializados siguen comercializándose y utilizándose en algunos países en desarrollo.