Actualizado 08/02/2007 13:41

RSC.- Mujeres, jóvenes y personal laboral del sector público, los que más sufren estrés y problemas de salud, según CCOO

Un 31% de los 3.000 empleados públicos encuestados dice sufrir insomnio, irritabilidad, agobio, tensiones musculares y palpitaciones


MADRID, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -

Las mujeres, los jóvenes y el personal laboral son los colectivos que, en el sector público, padecen más estrés y tienen peor salud general, según las conclusiones de un estudio elaborado por la secretaría de Salud Laboral del sindicato en Madrid 'Riesgos psicosociales en los empleados de la Administración Pública en la Comunidad de Madrid', con el objetivo de analizar este fenómeno para así poder prevenirlo.

Según la investigación, más del 80 % de los empleados públicos "no sienten estima ni reconocimiento a su trabajo" y la burocratización, la mala organización del trabajo y la falta de recursos desencadenan estrés y problemas de salud.

No son sólo la exposición a sustancias químicas y los equipos de trabajo las que causan problemas en el lugar de trabajo, --dice CCOO--, sino que los riesgos psicosociales y sus consecuencias sobre la salud se derivan también de los cambios registrados en la organización del trabajo. Sus efectos son, generalmente, depresión, ansiedad, problemas de sueño, desarreglos digestivos, fatiga etc.

Así, el informe indica también que el 31% de los empleados públicos padecen estrés, un porcentaje que asciende al 45% en aquellos menos satisfechos con su trabajo.

La fórmula organizativa en que se desenvuelven los trabajadores de la Administración pública --basada en principios de jerarquía y burocratización--, "ha quedado obsoleta", según CCOO, porque es una organización que se caracteriza por la falta de objetivos, carencia de recursos, estructuras jerárquicas excesivamente rígidas, sobrecarga de trabajo o, por el contrario, falta de control sobre el trabajo.

El estudio, que incluye a los empleados de la educación, sanitarios y el resto de empleados de la Administración, está realizado a partir de cerca de 3.000 entrevistas presenciales representativas de las 457.800 personas que forman el conjunto de los empleados públicos que trabajan en la Comunidad de Madrid.

RESULTADOS MÁS DESTACADOS

Un 87% de los empleados de todos los servicios públicos preguntados acerca del respeto y el reconocimiento a su trabajo, y sobre si reciben el apoyo adecuado y el trato justo, respondieron que no. La falta de estima laboral y profesional se configura así como el principal riesgo para la salud de los empleados públicos.

El 63% de los empleados públicos consideran que tienen que trabajar "rápido, de forma irregular y con pocos recursos y sin posibilidad de manifestar sus sentimientos".

El 46% del conjunto de los empleados públicos se siente "muy inseguro" en su trabajo. En este sentido, los que se consideran peor tratados son los jóvenes, que en un 56% responden negativamente. En el caso de los empleados del sector sanitario asciende hasta un 58%.

La inseguridad la sienten principalmente por el cambio de horarios contra su voluntad o por la variación del salario --que no lo actualicen, que lo paguen en especie--. El 43% de los trabajadores de la administración dicen sentirse "aislados", sin apoyo de superiores o compañeros, con las tareas mal definidas o sin la información adecuada y a tiempo. Un 29% cree que no tiene influencia ni margen de autonomía en la forma de realizar el trabajo ni posibilidad de desarrollo.

Compatibilizar el ámbito laboral y familiar entre los empleados públicos de la Comunidad de Madrid también supone un problema, especialmente entre las mujeres. Un 63% de ellas tiene este problema frente a un 33% de los hombres.

CONSECUENCIAS SOBRE LA SALUD

La percepción del estado de salud general que tiene cada persona de sí misma es un excelente indicador de su salud. Los riesgos psicosociales más nombrados son la falta de estima y reconocimiento en su trabajo, la inseguridad, la falta de promoción, la mala organización del trabajo, la salud mental, el estrés y falta de vitalidad, entre otros. El 29% considera que su salud general es mala.

El 30% cree que tiene una mala salud mental, están nerviosos, bajos de moral, desanimados o tristes o no se sienten felices. El 24% se sienten agotados, cansados y sin vitalidad y energía. Esta dimensión de la salud es lo que se podría denominar la 'alegría de vivir' y su carencia está muy relacionada con el síndrome de 'bournout' o 'estar quemado'.

En conclusión: en torno al 31% de los empleados públicos sufre estrés, con síntomas conductuales relacionados con el insomnio, la irritabilidad, la falto de ánimos, o el agobio. A ellos hay que sumar los síntomas somáticos --dolor de estómago, tensiones musculares, palpitación del corazón, pulso acelerado, carne de gallina, tendencia a sudar etc-- y los cognitivos (decisiones erróneas).