Actualizado 03/08/2006 20:07

RSC.- ONG pide que el Gobierno nigeriano y las compañías petroleras den un 'giro' que detenga la violencia en el país

International Crisis Group alerta del "explosivo cóctel" de corrupción y violencia" en el Delta del Niger y pide medidas urgentes


MADRID, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Nigeria y las compañías petroleras internacionales que operan en el país debe hacer un "cambio de dirección" en sus comportamientos si desean reducir de forma significativa los niveles de inseguridad y violencia que se viven, especialmente en la zona del Delta del río Niger. Esta es la opinión de International Crisis Group (ICG), una organización independiente y sin fines de lucro que trabaja en 50 países de los cuatro continentes con el fin de prevenir y acabar con los conflictos.

'Los Pantanos de la Insurrección: el Malestar del Delta del Niger' es el título de un nuevo informe lanzado sobre este asunto por esta organización, que destaca el "potente cóctel" de pobreza, crimen y corrupción que amenaza la estabilidad de la región y la fiabilidad del país como uno de los productor principales de petróleo del mundo.

A su juicio, esta situación "requiere de varios pasos que inviertan este proceso". El Gobierno tiene que forjar reformas de gran alcance en la administración y acercarse a las empresas petroleras que operan en Nigeria con el fin de acabar con esta "peligrosa mezcla", añaden. Las compañías petroleras deberían además implicarse en políticas creíbles en este sentido, basadas en el apoyo a la comunidad y sus esfuerzos de desarrollo. Asimismo, los Gobiernos occidentales "deben prestar una atención inmediata a la mejora de su propia ayuda al desarrollo".

A lo largo del último cuarto de siglo, el malestar en el Delta del Niger ha terminado en una "frenética carrera" por hacerse con los recursos naturales del país y en un conflicto "de estilo guerrillero" que deja cientos de muertos cada año, señala el director de esta organización para el oeste de África, Mike McGovern. No en vano la región es rica en gas y crudo, siendo el principal productor en África y el décimo del mundo.

Desde el pasado mes de enero, activistas de un grupo nuevo, el Movimiento para la Emancipación del Delta del Niger (MEND), exigen que el Gobierno retire sus tropas, libere a los líderes locales encarcelados y retire las concesiones y subvenciones a las empresas que operan en la zona.

En opinión de ICG, el Gobierno nigeriano "debería iniciar un diálogo creíble y sostenido sobre el control de recursos en el Delta del Niger con los grupos de la sociedad civil, incluyendo a militantes, líderes locales, activista, mujeres, jóvenes y representantes de los consejos de los grupos regionales étnicos", además de apoyar a las organizaciones profesionales y ONG "que demuestran una gran capacidad y buena voluntad para ayudar a las comunidades locales a tomar las riendas de su propio desarrollo".

Las empresas energéticas por su parte "deberían mejorar las medidas para asegurar la transparencia en sus contratos, incluyendo la vigilancia de sus oleoductos, muchas veces realizada por militares, sus proyectos de desarrollo para la comunidad y las compensaciones que aporta por el empleo de tierras y la contaminación.

La comunidad internacional también "debería presionar al gobierno nigeriano para instituir reformas en materia de control de estos recursos naturales y animar a las compañías petroleras con sede en sus países y con presencia en Nigeria a ser transparentes en todas sus acciones". Estas medidas son "cruciales y urgentes si deseamos que se termine por fin el conflicto en esta zona", asegura el director del Programa para África de la organización responsable de este informe, Suliman Baldo.

RECOMENDACIONES AL GOBIERNO NIGERIANO

El informe de esta ONG incluye un decálogo de recomendaciones dirigidas al Gobierno de Nigeria, entre las que se encuentra la derivación de entre el 25 y el 50% de los recursos naturales del país, gas y crudo, a todos los estados nigerianos y la introducción progresiva en un máximo de cinco años de esta medida, que evite el choque presupuestario que está suponiendo la actual situación en los estados no petroleros.

El documento apuesta también por que el Gobierno asegure que el personal de seguridad es pagado a tiempo y de forma correcta para prevenir la dependencia de los servicios de los militares, contratados muchas veces por las propias petroleras, evitando al apostar por la seguridad privada, las prácticas ilícitas y corruptas.

Asimismo, el informe envía un mensaje a las compañías petroleras, a las que también recomienda la mejora de la transparencia en sus contratos, el pago por transferencia bancaria a su personal de seguridad, y no en dinero efectivo, y buscar la mediación independiente o el arbitraje cuando se produzca desacuerdos o conflictos. El informe continúa con nuevas recomendaciones para el Gobierno de Estados Unidos, el país con mayores intereses petrolíferos en Nigeria, seguido de Reino Unido, Francia e Italia.

Como conclusión, el informe envía recomendaciones a las Naciones Unidas y en general a la comunidad internacional, a las que pide que ofrezcan sus sedes en un país neutro y sin intereses en el petróleo de Nigeria para encuentros entre todas las partes interesadas en la resolución de este conflicto, y no colaborar con los Gobiernos funcionarios que proporcionen armas o financiación a los grupos armados que operan en el país con objetivos políticos.