Actualizado 10/04/2006 21:04

RSC.- Los países con más inmigración no han firmado la Convención de la ONU de Derechos de los Trabajadores extranjeros

Hay una necesidad urgente de integrar los DDHH y de género a las políticas de inmigración "y perseguir a los traficantes de personas"


MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -

Los diez países con mayor número de inmigrantes aún no han firmado o ratificado la Convención de la Organización de las Naciones Unidas de 1990 para proteger los derechos de los trabajadores extranjeros.

"Es obvio que esos países no quieren ser responsables del bienestar de los inmigrantes", señaló a la agencia de noticias 'IPS News' un funcionario de la ONU que no se identificó.

Alemania, Arabia Saudí, Canadá, España, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, India, Rusia y Ucrania contaban ya en 2005 con un total de 102 millones de inmigrantes, según un nuevo informe de la ONU sobre esta materia. Estados Unidos encabezó la lista el año pasado con 38,4 millones de inmigrantes, seguido de Rusia, con 12,1 millones, Alemania, con 10,1 millones, Ucrania, con 6,8 millones, y Francia, con 6,5 millones.

El número de migrantes internacionales aumentó de unos 175 millones en 2000 a 191 millones en 2005, y seis de cada diez, es decir, unos 115 millones, viven en países ricos "donde son privados de derechos básicos, mientras que siete de cada cien tienen condición de refugiados", apunta el informe de la ONU.

Según el documento, hecho público la pasada semana, cerca de la mitad de todos los migrantes internacionales son mujeres, y tres de cada cuartos están concentrados en apenas 28 países. Uno de cada cinco vive en Estados Unidos.

Según recuerda la agencia internacional, la Convención adoptada por la Asamblea General de la ONU en diciembre de 1990 y que entró en vigor en julio de 2003, reconoce "los Derechos Humanos básicos y las libertades fundamentales que todos los trabajadores migrantes y sus familias deben gozar". Hasta ahora, ha sido ratificada por sólo 34 de los 191 Estados miembro.

Ninguno de los 34 Estados firmantes "es uno de los grandes receptores de inmigrantes", asegura el informe de 48 páginas titulado 'Migración Internacional y Desarrollo'. Entre los países que lo ratificaron están aquellos de donde procede la mayor parte de los inmigrantes, como Argelia, Colombia, Ecuador, Egipto, Filipinas, Ghana, Mali, México, Senegal, Sri Lanka, o Turquía.

El estudio, que aborda los aspectos demográficos, sociales y económicos de la migración internacional, está siendo discutido en la actual sesión de la Comisión sobre Población y Desarrollo de la ONU, que termina este viernes.

REMESAS Y PIB

En 2004, las remesas registradas de los emigrantes en todo el mundo superaron los 226.000 millones de dólares (186.000 millones de euros), de los que 132.000 millones fueron a las naciones más pobres del planeta. Así, las remesas superan la ayuda oficial al desarrollo de los países ricos para los pobres, que suma entre 45.000 y 49.000 millones de euros al año.

Los mayores receptores de remesas fueron India (con 17.900 millones de euros, China (17.600 millones), México (14.900 millones) y Filipinas (9.500 millones). En algunos países, las remesas constituyeron un cuarto o más del producto interno bruto (PIB). En relación con este dato, los envíos de dinero fueron significativos en Tonga (31% del PIB), Moldavia (27%), Lesotho (26%) y Haití (25%).

El estudio advierte de que la emigración de personal calificado "puede ir en detrimento de las perspectivas de desarrollo de su país de origen", sobre todo en naciones pequeñas. "Sin embargo, los migrantes calificados que mantienen vínculos con su países de origen pueden estimular la transferencia de tecnología y capital", añade el documento.

Según explica la directora ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas, Thoraya Ahmed Obaid, la "fuga de cerebros" en el sector de la salud de los países pobres, por ejemplo, "requiere de urgentes respuestas de la comunidad internacional".

"Muchos países en desarrollo, sobre todo en África, sufren una gran escasez de médicos, enfermeras y otros trabajadores sanitarios debido a la pérdida de personal", afirmó, algo "devastador para los países más afectados por el sida". La fuga de cerebros "amenaza su capacidad para combatir la enfermedad", añade.

A su juicio, para enfrentar este problema, los países receptores de inmigrantes "deberían dirigir parte de su ayuda al desarrollo a programas de educación y formación laboral, sobre todo en el sector de la salud de los países pobres".

Lo que más preocupa a la ONU es la situación de las mujeres inmigrantes. "Muchas de ellas se concentran en sectores marginales y no regulados de la economía, poniéndolas en gran riesgo de ser víctimas de la discriminación, la violencia o el abuso", afirmó, de ahí la necesidad urgente de integrar los Derechos Humanos y de género a las políticas de inmigración "y perseguir a los traficantes de personas".