BRUSELAS, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, ha insistido este viernes en Hamburgo en que "no hay mejor alternativa" para la eurozona que un segundo rescate para Grecia aunque ha dicho ser "muy consciente de los debates difíciles" en el país germano, así como su "preocupación" sobre "si todo esto merece la pena", y ha elogiado "la enorme solidaridad que Alemania está demostrando" con "algunos" de los Estados miembros "en dificultad".
"Cualquier alternativa es mucho más cara y mucho más peligrosa", ha insistido Barroso durante su discurso en la tradicional cena del Matthiae-Mahl del Senado de Hamburgo, cuyo contenido ha sido difundido en Bruselas.
"Todos sabemos sobre las enormes dificultades y desafíos en Europa hoy", ha continuado. Pero ha dejado claro que "el mundo entero quiere saber si Europa y la eurozona en particular serán capaces de resolver un problema que, en relación con su tamaño y fuerza económica en su conjunto, es relativamente menor". "En otras palabras, quieren saber si queremos existir como Europa", ha recalcado.
El jefe del Ejecutivo comunitario ha instado por ello a los principales líderes políticos del país a "apoyar este esfuerzo y resistir la tentación del populismo y el fatalismo en este periodo difícil", al tiempo que ha defendido la necesidad de contar con "cortafuegos financieros fuertes contra el contagio".
Dicho esto, el portugués también ha reconocido "los grandes sacrificios" que están exigiendo los recortes pero ha considerado "una distorsión de la realidad" decir que el primer programa de rescate a Grecia "ha empeorado la situación" en el país.
"No hay alternativa a la consolidación de la deuda pública si queremos evitar el enorme daño de 'default' incontrolado. El programa no va en última instancia de austeridad. Se trata de restaurar la estabilidad de las finanzas públicas y crear las condiciones para un crecimiento sostenible y duradero", ha concluido.
Barroso ha reconocido que "Europa necesita una estrategia global para superar la crisis", pero ha insistido en que "Europa tiene una estrategia" que pasa por "una consolidación fiscal inteligente para que la deuda de nuestros Estados miembros pueda ser sostenible", medidas para "reforzar el crecimiento y el empleo", "una reforma del sector financiero", así como "cortafuegos financieros fuertes contra el contagio", "un gobierno económico más integrado y coherente en la UE, especialmente en la eurozona", así como "una solución duradera para Grecia" que evite su quiebra "incontrolada".
"No hay soluciones rápidas. Nos hemos embarcado en Europa en una reforma de arriba a abajo de nuestras políticas presupuestarias y económicas. Naturalmente esto lleva tiempo, pienso que en algunos casos años y no meses", ha reconocido.
Pero en su opinión "lo más importante" es que "no haya dudas sobre nuestra determinación de resolver este problema". "Esto vale para todas las partes, para los que necesitan ayuda y para los que pueden ayudar", ha concluido.
