FRÁNCFORT, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Banco Central Europeo (BCE) ha pasado a considerar la orientación a futuro la "principal herramienta" que usará en sus comunicados de política monetaria, según acordó su Consejo de Gobierno durante la última reunión de la autoridad monetaria, celebrada entre el 12 y el 13 de diciembre de 2018.
Así se desprende de las actas de dicha reunión del banco radicado en Fráncfort. En ellas también se refleja que la estimación del mercado en relación a la primera subida de los tipos de interés se ha desplazado hasta finales de 2019, alejándose de lo propuesto por el BCE.
En el último mes de 2018, la entidad presidida por Mario Draghi acordó mantener el tipo de interés de referencia para sus operaciones de refinanciación en el 0%, mientras que la tasa de la facilidad de depósito continuó en el -0,40% y la de la facilidad de préstamo en el 0,25%.
De la misma forma, el BCE dio por terminadas las compras netas de activos, aunque añadió que planea "reinvertir" por completo los pagos de la deuda que vaya venciendo durante un periodo de tiempo "prolongado" después de que comiencen a subir los tipos de interés, que se mantendrán en su nivel actual "al menos hasta durante el verano de 2019".
La opinión de los miembros del Consejo de Gobierno es que esta "orientación encadenada" reforzará el impacto de sus indicaciones temporales en las condiciones financieras.
"La orientación a futuro del Consejo de Gobierno contribuyó a moderar el impacto de las incertidumbres sobre las condiciones financieras", se puede observar en el documento publicado este jueves por la autoridad monetaria.
CAMBIO CON RESPECTO A LA FED.
La decisión tomada por los banqueros europeos contrasta con la de sus homólogos estadounidenses, que han decidido eliminar por completo la orientación a futuro en sus comunicados de política monetaria.
En las actas de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, que se publicaron este miércoles, la entidad presidida por Jerome Powell decidió que, ante la volatilidad de los mercados y el "incremento" en las preocupaciones sobre el crecimiento económico global, lo mejor era ser "dependientes de los datos" en sus decisiones.
Debido a esto, el comunicado tras la última reunión del banco central estadounidense cambió parte de su lenguaje para reforzar su intención de basar sus decisiones en los datos recientes.
