MADRID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
La administración concursal de Clesa, firma perteneciente al conglomerado de Nueva Rumasa, procederá al desalojo efectivo de la fábrica de Madrid antes del próximo 5 de marzo, en cumplimiento de un acuerdo alcanzado con Fuencarral Agrupanorte, filial de Metrovacesa propietaria de los terrenos donde se encuentra la planta, según consta en el informe concursal, al que tuvo acceso Europa Press.
En la actualidad, las instalaciones de Clesa, ubicadas en la calle Herrera Oria, están prácticamente vacías, ya que no existe apenas maquinaria, ni muebles de oficina, ni tampoco trabajadores.
De hecho, personal de administración que todavía desempeñaba su labor en la fábrica se ha trasladado a una oficina de alquiler en Plaza de Castilla, donde recaba información para colaborar con la administración concursal, informaron a Europa Press en fuentes sindicales.
Las mismas fuentes consideraron que Metrovacesa podrá disponer del terreno antes del mes de marzo, ya que el comprador que se hizo con toda la maquinaria por 1,5 millones de euros está procediendo a la retirada de la misma.
La incógnita, según apuntaron, es saber lo que hará Metrovacesa con dicho terreno una vez agotado el plazo para proceder al desahucio, ya que el edificio no se puede derribar por su valor arquitectónico.
El Juzgado de Primera Instancia número 47 de Madrid ordenó en mayo la ejecución de la sentencia de desahucio y concedió a Clesa un plazo de un mes para abandonar las instalaciones, pero los administradores concursales negociaron el aplazamiento de un desalojo que resultaba "catastrófico" para la masa activa.
Así, la administración concursal y Fuencarral Agrupanorte presentaron el 5 de julio pasado un escrito conjunto ante el Juzgado en el que solicitaban la suspensión de la ejecución por un plazo máximo de ocho meses, a contar desde la fecha del escrito, "obligándose la administración concursal a hacer sus mejores esfuerzos a fin de que el desalojo efectivo se produzca con anterioridad a la finalización del indicado plazo".
TRASLADO DEL DOMICILIO SOCIAL
Cuando se ordenó el desahucio, Clesa no sólo acumulaba impagos por el alquiler, sino que había cumplido con creces la fecha de terminación de contrato de arrendamiento sin abandonar el edificio y se habían activado las cláusulas de penalización, que suponían una indemnización de 15.700 euros mensuales que la empresa de Nueva Rumasa tampoco abonaba.
Como consecuencia del desalojo de las instalaciones, está previsto que Clesa traslade "próximamente" el domicilio social dentro del término municipal de Madrid.
