COMUNICADO: Los futuros suministros de gas en Europa amenazadospor el crecimiento de la demanda en los Estados Unidos

Actualizado: martes, 24 junio 2008 14:27

MADRID, 24 DE JUNIO DE 2008 (EUROPA PRESS)

La posible introducción de nuevas restricciones para emisiones de CO2 por parte del nuevo Gobierno de EEUU es un elemento crítico que influirá en el equilibrio de la oferta y la demanda de gas en la cuenca atlántica. Europa se enfrentará a una competencia cada vez mayor con EE.UU. para garantizar el suministro de gas en la próxima década. Las inversiones europeas en infraestructuras para la importación de GNL podrían no ser rentables si el gas natural licuado de Oriente Medio y el Norte de África es redirigido hacia los EE.UU. La sustitución de estos volúmenes en Europa podría exigir nuevas tuberías de gas desde Rusia lo que aumentaría la dependencia con este país. Las empresas energéticas europeas y los gobiernos tienen que elaborar un "Plan B" para garantizar los suministros a medio plazo.

De acuerdo con un análisis realizado por la consultora estratégica Booz & Company, la evolución de los tres mercados regionales de gas (Europa, las Américas y Oriente Medio / Asia), tradicionalmente separados, ha propiciado que deban ahora ser considerados de una manera integrada. Hasta el momento, la conectividad de los mercados del gas entre las tres regiones ha sido limitado, sin embargo, la competencia para el gas en la cuenca atlántica se intensificará, especialmente entre Europa y EE.UU. conforme el GNL (gas natural licuado) entre en los mercados. "La competencia con los Estados Unidos por el suministro de gas podría resultar más relevante para Europa en la próxima década que la competencia con los países emergentes en Asia", dice David Suárez, Managing Director de Booz & Company en España.

El Reglamento Internacional en materia de CO2 es clave para mantener la demanda de gas en equilibrio.

Las proyecciones de la demanda de gas en Europa ya han incorporado la tendencia de crecimiento del gas en detrimento de otros combustibles fósiles como el carbón. Este cambio está impulsado por el aumento del costo asociado a las emisiones de CO2. Sin embargo, en EE.UU. las proyecciones de crecimiento del consumo de gas no tienen en cuenta los costes de emisiones de gases de invernadero como un factor crítico.

Según la AIE, el consumo de gas en Europa se incrementará en un 2,9% por año hasta 2015, mientras que las previsiones de crecimiento para los EE.UU. se cifran en aproximadamente la mitad. Sin embargo, los mercados de la energía en EE.UU pueden tener que enfrentarse a corto plazo con normas más estrictas para las emisiones de CO2 cuando una nueva administración asuma el cargo a en 2009. Los EE.UU. tendrán entonces que hacer frente a un aumento de la demanda de gas a medio plazo, como alternativa a otras fuentes de generación de energía ya que el carbón limpio y la energía nuclear no podrán desarrollarse a tiempo para cubrir el suministro de electricidad en muchos estados.

Como la producción de gas doméstico probablemente será insuficiente para dar respuesta a un incremento de la demanda, los EE.UU. tendrán que competir con más fuerza en el mercado internacional para asegurar los suministros de gas (gas natural licuado). El estudio de Booz & Company muestra que el aumento de la demanda de importaciones de gas en EE.UU. puede dar lugar a la reorientación de las exportaciones de gas natural licuado del Caribe, Norte de África y Oriente Medio, una oferta que se destinaba a los países europeos, lo que agitaría el frágil equilibrio del gas en Europa. "El Reglamento de CO2 es cada vez más global, por tanto, se está creando un marco más global del mercado del gas con repercusiones en los flujos de volumen y los niveles de precios", dice Thomas Schlaak, uno de los expertos en Booz & Company en temas de gas y co-autor del estudio.

Las inversiones en infraestructura para el transporte de GNL amenazadas.

En el escenario analizado, la oscilación al alza de la demanda de gas en EE.UU. hasta el 2015 será sustancial: hasta 84 bcm de gas natural en comparación con el 12% de la demanda europea OCDE. La mayoría de esta demanda debe ser suministrada a través de importaciones de GNL. Estas importaciones adicionales competirán con las importaciones europeas. El análisis muestra que una proporción significativa de la demanda adicional de EEUU es probable que sea cubierta con volúmenes que hubieran venido a Europa. Esto puede cuestionar la viabilidad económica de varios de los más de 30 proyectos europeos de expansión de re-gasificación y la construcción de nuevos proyectos que se han previsto para alcanzar una capacidad de cerca de 130 bcm en el año 2015.

Europa necesita mantener abiertos todos los suministros.

Un cambio de equilibrio del gas aumentaría la dependencia europea de otros mercados: En primer lugar, Europa necesitará más importaciones de gas a través de tuberías, muy probablemente de los proveedores ya establecidos, entre ellos Rusia, Argelia y Noruega, así como nuevas rutas de abastecimiento, como Nabucco y tuberías de gas de Nigeria.

En segundo lugar, el aumento de la demanda de gas y la mayor conectividad entre América y los mercados europeos del gas impactarán los precios del gas en toda la cuenca atlántica. Lo que supondrá presión al alza de los precios y quizá el aumento de la volatilidad de los precios y los intercambios de energía.

Oportunidades para exportadores de gas.

Una mayor integración del mercado mundial de gas podría ofrecer atractivas oportunidades de crecimiento a medio plazo. También plantea el reto de un entorno más complejo y un mercado que requerirá planes de comercialización y estrategias personalizados. La creciente complejidad del mercado podría dar lugar a los principales proveedores a acelerar las iniciativas para llevar a cabo una OPEP como equivalente de "GASPEC".

Los importadores de gas y los gobiernos europeos tienen que elaborar un "Plan B".

Los importadores europeos y los gobiernos deberían afrontar de manera explícita la globalización e interdependencia de sus mercados regionales de gas. Deben desarrollar alternativas para, en el caso de insuficiencia de gas natural licuado, atraer y diversificar los suministros de gas. Un requisito previo para cualquier acción es una profunda comprensión del mercado de la energía en EE.UU., y en particular el impacto de la regulación de CO2 en las nuevas centrales. Los actores europeos necesitan reorientar su punto de vista sobre la región y el equilibrio de la oferta y la demanda. Se pueden explorar múltiples vías como (1) la búsqueda de inversiones en activos upstream como plantas de licuefacción de gas natural licuado y terminales de exportación en África y Oriente Medio, (2) el fortalecimiento de las asociaciones de suministro, en particular con Rusia, a través de proyectos conjuntos y quizá el aumento de la demanda de dependencia para los proveedores, (3) garantizar las importaciones de GNL a través de compromisos a largo plazo, (4) estimular un mercado atlántico para el comercio de gas entre las regiones y para que los actores en el mercado del gas desarrollen su presencia en toda la cuenca atlántica.

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