Economía/Ampliación.- Fadesa paga un monto global de 40 millones por la parte de la Comunidad de Madrid en Parque Warner

Actualizado: jueves, 2 noviembre 2006 18:07

Parques Reunidos gestionará el parque temático los próximos diez años

MADRID, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Comunidad de Madrid ha acordado vender el capital que posee en el parque temático de la Warner --que representa el 43,6% del accionariado total-- a Fadesa, empresa que, a su vez, ha acordado con Parques Reunidos la gestión del complejo por un periodo de diez años.

La constructora, que hasta el momento controlaba un 13,1% del accionariado de la Warner, ha valorado en 60 millones de euros la totalidad del complejo de ocio. Por tanto, pagará a la Comunidad de Madrid 26 millones de euros por la participación del 43,6% que controla a través de la sociedad Arpegio, a los que se suman otros 14 millones de euros de un crédito participativo de esta firma, lo que arroja un monto global de 40 millones de euros.

Así, el Gobierno regional recuperará 40 de los 74 millones que ha ido invirtiendo a lo largo de los años en el proyecto, según informó hoy el consejero de Presidencia, Francisco Granados, en rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.

Granados advirtió de que se trata de una operación "nada fácil" pues, pese a la "mejora paulatina" lograda en la gestión del complejo en el último año, a día de hoy "sigue en pérdidas". Por ello, se mostró satisfecho de que la Administración autonómica salga del accionariado de la Warner dando así cumplimiento al mandato de la presidenta regional, Esperanza Aguirre, partidaria de que un proyecto de este tipo esté en manos privadas y de que hay otras prioridades más imperantes donde invertir el dinero público. "Dejamos de perder dinero. Todos los años teníamos que cubrir pérdidas", insistió.

La oferta de Fadesa cumple, según dijo el consejero de Presidencia, con el requisito fundamental de mantener los puestos de trabajo que actualmente genera el parque y de garantizar el funcionamiento futuro del mismo como "elemento dinamizador" de la zona sureste de la región.

FADESA, NUEVO ACCIONISTA MAYORITARIO.

El accionariado de Parque Warner está repartido actualmente entre la Comunidad de Madrid (43,64%), Caja Madrid (21,8%), Fadesa (13,1%), NH Hoteles (4,4%), El Corte Inglés (4,4%), Warner (4%) y las constructoras ACS, Dragados, FCC, Necso y Ferrovial (8,6%).

A este respecto, Granados desveló que también han decidido vender sus acciones a Fadesa la cadena de hoteles NH, titular del 4,4%, ACS (3,4%), Necso, FCC y Ferrovial (cada una de ellas con un 1,7%), además de Warner, de forma que el capital mayoritario quedará en manos de Fadesa (73,8%), seguida Caja Madrid, que mantendrá su cuota del 21,8%; y el Corte Inglés (4,4%). Fadesa ha valorado las acciones del parque en 60 millones de euros, por lo que la adquisición del 60,7% supondrá abonar más de 36 millones de euros, 26 de los cuales serán para la Comunidad de Madrid.

Granados apuntó que el proyecto presentado por Fadesa incluye mantener la actividad de ocio del parque, a través del contrato de gestión adjudicado a Parques Reunidos (también gestor, por ejemplo, del Parque de Atracciones de Madrid), y una zona terciaria en la que se proyectan tres hoteles, casi 300.000 metros cuadrados de uso comercial y 75.000 metros cuadrados de industrial.

MÁS DE 60 ENTIDADES SE INTERESARON.

El cuaderno de venta del accionariado de la Comunidad de Madrid se adjudicó por concurso al Banco Santander Central Hispano (BSCH). Inicialmente, más de 60 entidades nacionales e internacionales recibieron información precisa para la compra, de las que 26 se mostraron interesaron en la operación. Al final hubo tres ofertas definitivas de compra, dos de ellas firmes y vinculantes (Fadesa y Cartera Cairos).

El Parque Warner fue inaugurado en 2002, siendo presidente regional Alberto Ruiz-Gallardón, como recinto de ocio, generador de empleo y eje de creación de riqueza de la zona sur de la región. La Comunidad de Madrid lo impulsó desde el principio, convirtiéndose en principal accionista, si bien Esperanza Aguirre se propuso desde el primer momento abandonar el proyecto garantizando los puestos de trabajo creados y el futuro del complejo.