MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Confederación Nacional de la Construcción española (CNC) considera que la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) debería ser "más comprensiva" y "analizar de una manera más seria" las incidencias que han surgido en el proyecto de ampliación de esta infraestructura y "acordar razonablemente su alcance".
Así lo indicó el presidente de la patronal, Juan Lazcano, quien apuntó que, de esta forma, "sería más fácil lograr financiación o aportar recursos adicionales al proyecto" que ejecuta un consorcio liderado por la española Sacyr.
El presidente de la CNC considera "imposible" que en una obra de estas dimensiones el proyecto se ajuste al 100%. "Siempre surgen dificultades", apuntó.
En el caso de Panamá, Lazcano aseguró que le "consta" que el grupo contratista "había estudiado la mejor fórmula para el hormigón" a utilizar en la obra del Canal. "Pero los áridos previstos en el proyecto no eran los adecuados para conseguir un hormigón con esa impermeabilidad y durabilidad", explicó.
"Esas son cosas que pueden ocurrir", aseveró el presidente de la patronal constructora. "La propiedad (la APC) debe entender todo esto, estos contratos suelen ser muy duros y complicados, porque a veces trasladan riesgos excesivos al contratista", argumentó. "Pero ante las complicaciones está la capacidad y habilidad de las personas de solucionar problemas", añadió.
Lazcano rechazó que el consorcio de Sacyr (que completan la italiana Salini Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Cusa) presentaran una oferta temerariamente baja para hacerse con la ampliación del Canal.
"No es así, la baja fue del 8% y una baja del 8% nunca puede ser desproporcionada, es razonable para un concurso internacional", aseveró antes de participar en la asamblea de la Asociación de Fabricantes de Mezclas Asfálticas (Asefma).
NO AFECTARÁ A LA 'MARCA ESPAÑA'
Por todo ello, el presidente de la CNC descarta que el conflicto del Canal de Panamá vaya afectar negativamente al sector constructor español en el exterior.
"Es imposible que pueda dañar a un sector que lleva desde los años setenta haciendo grandes obras en el exterior, cuyos ejemplos está ahí, y que están haciendo los deberes en los cinco continentes, entregando las obras en plazo y con calidad", destacó. "Por eso no debería producirse un daño a la marca España de infraestructuras, no parecería lógico", añadió.
Según Lazcano, los promotores de estas grandes obras internacionales "conocen perfectamente quien las puede y las sabe hacer y de la problemática que suscitan".
