Los dueños del banco defienden su compromiso con Andorra y una solución dialogada
BARCELONA, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Govern d'Andorra y los hermanos Cierco --accionistas mayoritarios de Banca Privada d'Andorra (BPA)-- se han lanzado reproches públicos por el caso de la entidad financiera, abocada a su desaparición tras una alerta de Estados Unidos por presunto blanqueo de capitales para organizaciones criminales internacionales.
En rueda de prensa de final de año sobre balance de gobierno, el ministro de Finanzas, Jordi Cinca, afirmó este martes que "no es aceptable que alguien, para defender sus intereses bien legítimos, lo haga atacando directamente al Estado Andorrano, a su perdurabilidad y a su estabilidad".
Reconoció que las personas tienen "todo el derecho de defender sus intereses y los de otros ciudadanos", pero no atacando directamente al Estado, y alertó de que, si cae el sistema financiero, cae el país.
Así, hacía referencia implícita a los hermanos Ramon e Higini Cierco y a uno de sus abogados, el presidente de Socialdemocràcia i Progrés (SDP) y exjefe del Gobierno de Andorra, Jaume Bartumeu.
Los hermanos Cierco respondieron después en un comunicado que mantienen su "firme compromiso con Andorra y con la voluntad de encontrar una solución dialogada" a la crisis abierta en BPA.
Asimismo, argumentaron que "solo la deficiente y opaca actuación de la administración es la generadora de la incertidumbre que eventualmente está poniendo en riesgo el conjunto del sistema financiero andorrano".
Aseveraron que la propiedad de BPA en ningún caso va contra Andorra, y que "la reiterada falta de transparencia del Govern" está impidiendo a la familia Cierco ejercer su derecho fundamental de defender sus intereses financieros y su honor.
