BARCELONA, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
La multinacional de informática Lenovo ha inaugurado oficialmente este martes en Barcelona su nuevo centro internacional de negocio para ventas a medianas empresas en el suroeste de Europa, que incluye la cobertura de seis países y donde trabajan 60 personas de diversas nacionalidades que podrían ampliarse hasta 80 en los próximos tres años.
El edificio tiene una superficie de 1.000 metros cuadrados que lo convierten en el mayor centro de ventas a medianas empresas de los cuatro que tiene Lenovo en Europa, ha explicado en rueda de prensa la directora ejecutiva del sector mediana empresa de Lenovo en la región EMEA, Isla Ramos.
El presidente de Lenovo EMEA, Eric Cador, ha señalado que los trabajadores del centro se organizan en dos grupos en función del área geográfica a la que venden: la región sur, integrada por España, Italia y Francia, y la del Benelux, formada por Bélgica, Holanda y Luxemburgo.
Cador también ha destacado que, desde el centro de Barcelona, se da cobertura a 13.300 clientes de medianas empresas de estos países y que, con su puesta en marcha, facilitará acceder a 1.350 nuevos clientes españoles.
INVERSIÓN GESTIONADA EN EL MWC
El presidente de Lenovo en la región EMEA ha asegurado que la empresa ha escogido a Barcelona para instalar el centro de ventas por su presencia internacional como destino de negocios, su multiculturalismo, su acceso al talento y por su apuesta por las nuevas tecnologías.
El conseller de Empresa y Empleo en funciones, Felip Puig, ha destacado que la inversión de Lenovo en Catalunya con el nuevo centro es "muy importante y significativa", y ha explicado que empezó a gestionarse en una edición del Mobile World Congress en Barcelona.
Puig ha afirmado que, a pesar de ser momentos "complejos políticamente", esta inauguración pone de manifiesto que las condiciones para la actividad económica siguen siendo buenas.
También ha agradecido a Lenovo que pueda "demostrar estadísticamente que las empresas extranjeras confían en Catalunya ante visiones catastrofistas", y ha reividicado la vocación internacional de Catalunya y Barcelona.
ÚLTIMO ACTO COMO CONSELLER
Puig ha asegurado sentirse "emocionado" por llevar a cabo una inauguración de este tipo en su último día como conseller, y ha opinado que no podía abandonar el cargo con un mejor final.
Ha asegurado que deja el cargo en un momento apasionante para la política catalana y española, se ha mostrado satisfecho por la formación de un nuevo Govern, y ha deseado que también se pueda llevar a cabo un Gobierno en España que "asuma con normalidad los debates territoriales".
