BRUSELAS, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE han encargado hoy al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que explore la posibilidad de poner en marcha un presupuesto central para la eurozona, cuya función sería responder a crisis que afectan a un número reducido de países.
A cambio, los líderes europeos se plantean exigir a todos los Estados miembros que firmen contratos con la UE sobre las reformas a que se comprometen, similares a los memorandos de entendimiento que ya deben rubricar los países rescatados.
El objetivo es que durante la cumbre de diciembre se apruebe una "hoja de ruta con un calendario preciso" sobre las siguientes fases para corregir los problemas estructurales de la eurozona que, según los mandatarios, han contribuido a agravar la crisis. Para ello, Van Rompuy mantendrá de nuevo consultas con todos los Gobiernos durante las próximas semanas.
La mayoría de líderes, encabezados por el presidente francés, François Hollande, y el primer ministro italiano, Mario Monti, han rechazado la propuesta de la canciller alemana, Angela Merkel, de crear un supercomisario de Asuntos Económicos que podría rechazar los presupuestos nacionales, incluso si ya han sido aprobados por el Parlamento, si no se ajustan a los criterios de estabilidad.
"Un supercomisario que supervise los presupuestos nacionales no parece necesario", ha dicho Monti.
"Un marco presupuestario integrado es parte de una unión económica y monetaria. En este contexto, se explorarán nuevos mecanismos, incluyendo una capacidad fiscal apropiada para la eurozona", aseguran las conclusiones aprobadas por los líderes europeos. Esta negociación, añaden, estará totalmente separada de las discusiones sobre el marco presupuestario de la UE para 2014-2020.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha defendido que el presupuesto de la eurozona salga de los ingresos de la tasa a las transacciones financieras que van a poner en marcha 11 países, entre ellos España. Merkel rechaza que tenga capacidad de endeudamiento, una posibilidad de sí ha sugerido Van Rompuy.
La segunda idea que piden explorar los jefes de Estado y de Gobierno es la posibilidad de que los países de la eurozona "establezcan acuerdos individuales de naturaleza contractual con las instituciones de la UE sobre las reformas que se comprometen a emprender y su aplicación".
Estos contratos "estarían ligados a las reformas identificadas en las recomendaciones específicas para cada país" adoptadas por la UE.
El primer paso, señalan los líderes europeos, será establecer procedimientos para que "todas las reformas importantes de política económica" en un Estado miembro "se discutan ex ante" en la UE.
