En los últimos años la generación millennial, los nacidos entre 1980 y 1994 aproximadamente, han cambiado la forma de comprar y alquilar vivienda. Su bajo poder adquisitivo, un -33% con respecto a la generación anterior, la búsqueda de proximidad a los núcleos urbanos mientras el metro cuadrado sigue subiendo en ellos o los cambios en preferencias de compra son algunos de los factores a tener en cuenta, reflejados en nuestra infografía.
La baja capacidad económica tiene un importante impacto en la evolución de las familias. En 10 años (2006-2016) el número de hogares ha crecido un 11,5% en la Unión Europea, mientras que en la población española apenas ha aumentado un 4%. Es decir, las generaciones que actualmente tienen acceso a su primera vivienda, como los millennials, tienen familias más pequeñas que las de sus padres. Este hecho afecta notablemente a la clase de hogares que buscan, pero también a los servicios que necesitan a su alrededor.
Los ingresos tienen un peso importante, aunque no todas las decisiones se deben a ello. Aunque la media coloque a los millennials por debajo en capacidad económica, son una generación marcada por un cambio de hábitos. El 34% de los que alquilan lo prefieren porque “da más libertad y flexibilidad”, por ejemplo, y prefieren vivir cerca del trabajo y amigos. Esto aterriza en el sector inmobiliario dando peso al alquiler frente a la compra en muchos miembros de esta generación.
Con respecto a la compra, se da la curiosidad de que se compran más habitaciones de las que se busca comprar en un principio. Además, los millennials valoran la cercanía a la red de transporte público, no así la de los colegios en las inmediaciones. A medida que las familias se reducen, el alquiler y la movilidad ganan fuerza, aunque el acceso a la compra de viviendas sigue siendo una barrera importante.
