MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente del comité de empresa de General Motors (GM) España, José Juan Arceiz, ha admitido que la sobrecapacidad de producción en Europa "inquieta" a los trabajadores, por lo que pidió que en caso de que esto obligue a una reestructuración ésta sea "responsable" y pactada para evitar "despidos traumáticos".
En declaraciones a RNE, recogidas por Europa Press, Arceiz reconoció que GM en Europa tiene "más capacidad de producción de la que es capaz de vender", lo que en tiempos de crisis "se debe corregir".
Por ello, desde el comité de empresa de la planta de GM en España, ubicada en la localidad zaragozana de Figueruelas, reclamó que "no haya despidos traumáticos" y que toda posible reestructuración que realicen los nuevos dueños sea "pactada" con los representantes de los trabajadores de todas las plantas.
"Si esto es así, podemos tener algo avanzado, aunque desgraciadamente el drama y el tempor al despido nunca se quita, por muy socialmente que se hagan las cosas", afirmó.
Precisamente hoy, directivos de la multinacional canadiense-austriaca Magna se reunirán en Figueruelas con los representantes de los trabajadores en un encuentro "protocolario", por su brevedad, pero que Arceiz calificó de "importante", ya que servirá como una primera toma de contacto de cara a la reestructuración.
No obstante, Arceiz afirmó que los representantes de los trabajadores aprovecharán dicho encuentro para destacar a los nuevos propietarios "los puntos fuertes de la planta" y recordarles "los importantes acuerdos" que Figueruelas ha logrado a lo largo de su historia.
"Vamos a decirles que todo el dinero que se invierta en la planta es un valor seguro que se recuperará con suma facilidad", señaló.
En cuanto al anuncio realizado ayer por el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, de la asignación de la producción del nuevo Meriva a la planta zaragozana, Arceiz subrayó la importancia de la concesión para el futuro de la planta, que ha sido posible gracias al "esfuerzo de contención salarial", entre otras cosas, realizado por los trabajadores desde 2004 para conseguir la fabricación del nuevo automóvil.
"Era una promesa de GM y es una buena noticia que los nuevos dueños la mantengan", concluyó.
La visita de los directivos de Magna a la planta de Figueruelas se enmarca dentro de la ronda de visitas que la compañía, que recientemente ha firmado un preacuerdo para entrar en el accionariado de Opel, está haciendo a todas las plantas de Europa, un total de nueve en cinco países.
