Trichet constata una moderación del crecimiento y una incertidumbre "inusualmente" elevada

Actualizado: jueves, 7 febrero 2008 21:03


FRANKFURT, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, afirmó hoy que la incertidumbre sobre las perspectivas de crecimiento en la eurozona es "inusualmente elevada" a la vez que se han confirmado los riesgos a la baja para la actividad económica derivados de las turbulencias en los mercados financieros, aunque reiteró que el objetivo principal del banco sigue siendo el garantizar la estabilidad de precios.

En la rueda de prensa posterior a la reunión del BCE, en la que el Consejo de Gobierno de la entidad decidió mantener los tipos de interés en el 4%, el banquero señaló que a la vista de los datos con los que cuenta la institución, los miembros del consejo tomaron esta decisión por unanimidad sin discutir ninguna otra opción.

"Estamos haciendo nuestro trabajo. Adoptamos nuestra decisión en función de nuestro mandato de contribuir mediante la estabilidad de precios al crecimiento económico sostenible y a la creación de empleo", dijo Trichet.

CRECIMIENTO MÁS MODERADO

El presidente del BCE apuntó que los últimos datos disponibles sobre la actividad económica muestran un "más moderado" ritmo de crecimiento de la eurozona, en línea con los indicadores de confianza empresarial y de los consumidores, que aunque han bajado respecto a los meses anteriores, en general se mantienen consistentes con el actual crecimiento.

"Los fundamentos de la zona euro se mantienen sólidos y las economías del bloque no parecen tener mayores desequilibrios", dijo Trichet, quien añadió que el crecimiento de la M3 sigue siendo vigoroso, aunque se ha reducido en cierto modo en los últimos meses. Asimismo, constató un "enfriamiento en el mercado de la vivienda en varias regiones de la eurozona" y una moderación en el crecimiento del crédito a los hogares como resultado de las subidas de tipos de interés desde diciembre de 2005.

Sin embargo, Trichet indicó que los actuales datos confirman que el crecimiento actual sigue "cercano al potencial de la eurozona", aunque admitió que se sitúa en la "parte baja" de este potencial.

PRESIONES INFLACIONISTAS A CORTO PLAZO

Por otro lado, el máximo responsable de la política monetaria de la zona euro reiteró que la institución permanece constantemente alerta y lista para cumplir su mandato de garantizar la estabilidad de precios y evitar la materialización de efectos de segunda ronda.

"Las actuales presiones al alza a corto plazo no deben extenderse al medio plazo. El firme anclaje de las expectativas de inflación a medio y largo plazo es la principal prioridad del Consejo de Gobierno, tal y como refleja su mandato", indicó.

En este sentido, el presidente del BCE apuntó que el último dato del IPC armonizado de la zona euro confirma "las fuertes presiones sobre los precios a corto plazo por el encarecimiento de las materias primas y de los alimentos" y apuntó que "en los próximos meses la inflación se mantendrá por encima del objetivo del 2% para moderarse gradualmente a finales del año".

Trichet señaló la vinculación de los salarios con la inflación, así como a los actores implicados en la fijación de precios como dos elementos "desestabilizadores" en el objetivo de evitar efectos de segunda ronda.

Asimismo, el banquero volvió a hacer hincapié en la necesidad de que todos los miembros de la zona euro cumplan de manera estricta con los compromisos adquiridos en el pacto de estabilidad a la hora de determinar sus políticas fiscales.

EL BCE NO HA RESCATADO A NADIE

Por otra parte, el presidente del BCE subrayó que, al contrario que otros bancos centrales que no contaban con la misma gama de 'herramientas', el BCE no ha modificado sus criterios a la hora de aceptar determinados valores respaldados por activos (ABS) como colateral en sus operaciones de mercado.

"Nosotros no hemos cambiado, ni hemos inventado ninguna nueva herramienta. Seguimos aplicando nuestras reglas sobre la calidad de los 'rating' de esos ABS y no estamos rescatando a nadie", afirmó.

No obstante, Trichet apuntó que "a ambos lados del Atlántico hemos detectado un incremento del uso de las obligaciones como colateral en vez de bonos del Tesoro".

Por otro lado, el banquero reiteró su opinión de que el sector privado debe tener la oportunidad de establecer su propio código de conducta, aunque reconoció que éstos criterios deben actualizarse de manera continua.

Asimismo, afirmó que en el caso de que el sector privado "no pueda hacerlo o no lo haga de manera convincente", entonces es posible regular en algunos casos y apuntó que la posibilidad de incrementar los requerimientos de capital a los bancos es una posibilidad que ya se contempla en la actual regulación.

Respecto a los posibles efectos que pudiera tener sobre el mercado financiero un recorte en los 'rating' de las entidades aseguradoras de bonos, Trichet indicó que la actual corrección en varios mercados está motivada por la infravaloración de los riesgos, de la que el BCE ya había advertido, por lo que no consideró que sea una sorpresa, aunque reconoció que la institución permanecerá alerta para observar el desarrollo de la citada corrección.

ANUNCIA RENOVACIÓN DE OPERACIONES DE FINANCIACIÓN A LARGO PLAZO

Por otro lado, el presidente del BCE mostró su satisfacción por la relajación de las tensiones en los mercados monetarios y apuntó la necesidad de "consolidar" los progresos, por lo que anunció que la entidad renovará a su vencimiento las operaciones de financiación a más largo plazo celebradas el pasado 27 de noviembre y el 12 de diciembre de 2007.

De este modo, el BCE adjudicará 60.000 millones de euros en sendas operaciones que celebrará los próximos 20 de febrero y 12 de marzo y cuyo vencimiento será el 22 de mayo y el 12 de junio, respectivamente.

Asimismo, Trichet mostró su satisfacción por la estabilidad demostrada por el euro en su cambio frente al dólar, pese a los agresivos recortes de tipos adoptados por la Reserva Federal, y afirmó que "tanto Bernanke como el Secretario del Tesoro de EEUU, Henry Paulson, reconocen que un dólar fuerte va en interés de EEUU".