MADRID, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Comunidad de Madrid, a través del Laboratorio Regional de Salud Pública, realizará este verano alrededor de 2.000 análisis para descartar posibles agentes infecciosos en agua y alimentos.
Según ha indicado el Ejecutivo regional en un comunicado, estos estudios se llevarán a cabo tanto en agua de consumo como en torres de refrigeración o zonas de recreo acuático; y tienen como objetivo detectae los posibles agentes infecciosos que provocan enfermedades en la población.
El consejero en funciones de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha visitado este martes el Laboratorio Regional de Salud Pública (LRSP) de la Comunidad de Madrid, donde ha comprobado los trabajos que realizan en el centro sobre el análisis de muestras de riesgo para la salud.
Anualmente el laboratorio analiza unas 8.000 muestras para descartar que tanto los alimentos como las muestras ambientales puedan suponer un riesgo para la salud, desde el punto de vista de riesgos biológicos y químicos.
Los análisis de aguas se realizan en muestras de aguas de consumo procedentes de la red de abastecimiento de la Comunidad de Madrid, incluida el agua caliente sanitaria, así como de muestras de aguas de zonas de baño, piscinas, instalaciones hidrotermales, parques acuáticos y aguas continentales.
Así, detectan y recuentan bacterias aerobias, Pseudomonas, E.Coli, Enterococos, Clostridium, coliformes, además de metales pesados y elementos químicos regulados en la normativa.
También se analizan las muestras de aguas tratadas no destinadas a consumo humano procedentes de las torres de refrigeración tomadas en los programas oficiales de vigilancia y en los brotes para determinar la presencia de Legionella spp y Legionella pheumophila (serogrupos 1-14) y flora acompañante por encima de los valores permitidos.
En los alimentos, tanto de brotes como de los programas de control oficial, se analizan la presencia de microorganismos patógenos y sus toxinas como Salmonella, Escherichia coli, Enterobacterias, Estafilococo, Clostridium, Listeria, bacterias coliformes, además de larvas de parásitos zoonóticos como Anisakis y triquina.
Por último también se buscan compuestos químicos como aditivos por encima de los valores permitidos, residuos de contaminantes, nitratos en alimentos infantiles y vegetales, micotoxinas, acrilamida, plaguicidas organoclorados, PCB's y más de 90 residuos de medicamentos veterinarios.
