Actualizado 19/08/2011 16:04

Erdogan visita Somalia para reclamar a la comunidad internacional más ayuda para paliar la hambruna


MOGADISCIO, 19 Ago. (Reuters/EP) -

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha llegado este viernes a la capital de Somalia, Mogadiscio, en el marco de una visita destinada a atraer la atención de la comunidad internacional sobre la grave situación que sufre el país africano por la peor sequía de los últimos 60 años y la consiguiente hambruna que amenaza con acabar con la vida de cientos de miles de niños somalíes.

Erdogan, que viaja acompañado por su familia y por cinco de los ministros de su gabinete, ha reclamado en los últimos días que la comunidad internacional aumente la ayuda alimentaria destinada a Somalia y ha criticado a los países occidentales desarrollados por no aportar más al país africano.

El presidente de Somalia, el jeque Sharif Ahmed, le ha dado la bienvenida con un cálido abrazo a su llegada al aeropuerto de Mogadiscio, desde donde se ha desplazado en coche junto con su mujer por las calles de la capital somalí.

El primer ministro y su esposa han visitado un campo de refugiados, en el que han tenido oportunidad de conversar con Bashir y Fátima, un joven matrimonio que les ha recibido en su tienda y les ha relatado que están de funeral por la reciente muerte de dos de sus cuatro hijos después de caminar 90 kilómetros para llegar a la capital somalí.

La esposa de Erdogan, Emine, que lucía un traje de alta costura islámico, ha repartido chocolates y caramelos en el campo de refugiados. Los países miembro de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) se comprometieron el miércoles a destinar 350 millones de dólares (244 millones de euros) para la lucha contra la hambruna, que mantiene a 3,7 millones de somalíes bajo el riesgo de morir por desnutrición.

Erdogan ha afirmado que confía en que el esfuerzo económico de la OCI remueva las conciencias de los países que están ignorando la situación de grave emergencia humanitaria que vive Somalia. Devoto musulmán, Erdogan ha asegurado que el desastre humanitario de Somalia representa "una prueba de fuego" para toda la humanidad.

A comienzos de mes, el Gobierno somalí consiguió hacerse por primera vez desde la guerra de 1991 con el control de la práctica totalidad del territorio de la capital tras la retirada de los milicianos islamistas. Sin embargo, los militares somalíes y los efectivos de la misión de Naciones Unidas todavía siguen combatiendo contra algunos focos de milicianos islamistas que continúan en la capital, lo que, según los observadores regionales, demuestra que la milicia terrorista Al Shabaab está lejos de ser derrotada.

Las fuerzas de seguridad somalíes han desplegado un fuerte dispositivo para garantizar la seguridad del 'premier' turco en las calles de Mogadiscio, que han amanecido llenas de banderas turcas y con posters adornado los muros de los edificios marcados por los impactos de morteros.

"La visita del primer ministro Erdogan nos transmite que el pueblo turco está más cerca de nosotros que cualquier otra nación del mundo", ha asegurado el residente Abdirashid Alí Omar. "El pueblo turco está aquí para acompañarnos en este tiempo de necesidad. Es un momento trascendental", ha destacado.

Turquía, una potencia económica con lazos con Oriente y Occidente, todavía está lejos de la importante presencia que tienen potencias emergentes como China, Brasil e India en los nuevos mercados de África.

Sin embargo, con el Gobierno de Erdogan, el país euroasiático ha aumentado sus relaciones comerciales en el continente africano, en Oriente Próximo y en Asia y ha abierto varias embajadas en países africanos.

El Programa Mundial de Alimentos (PAM) ha alertado este viernes de que todavía no puede prestar asistencia a 2,2 millones de somalíes que viven en el sur del país en zonas controladas por la milicia Al Shabaab, que en su lucha contra el Gobierno somalí ha acabado con la vida de más de 20.000 personas.

Las organizaciones de ayuda humanitaria mantienen que las sequías son un fenómeno natural pero que la actual hambruna viene generada principalmente por el conflicto armado entre milicianos y el Ejecutivo y por la mala gestión de los recursos.

"Habrá sequías. Siempre las habrá pero no tienen que ser un desastre. Pueden ser gestionadas", ha subrayado la responsable de Oxfam Philippa Crosland-Taylor desde Kenia.