Actualizado 27/03/2008 14:53

Mientras la UE fija metas para depender menos del petróleo, los transportistas de carretera dicen que es insustituible

MADRID, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

Mientras la Unión Europea se ha planteado como meta reducir el consumo de petróleo en un diez por ciento hasta el 2020, apelando especialmente al autotransporte, la Unión Internacional de Transporte de Carretera (IRU, por sus siglas en inglés) dice que el sector depende al cien por ciento del combustible fosilizado.

El debate surgió en el marco de la jornada sobre 'Las Energías Alternativas y el Medio Ambiente. El uso de los Biocombustibles en el Transporte por Carretera', que se realizó hoy y fue organizado por la Fundación Francisco Corell.

En su intervención, la directora general de Energía y Transporte de la Unión Europea, Andrea Hercsuth, explicó que existe una creciente preocupación por el suministro de energía en los próximos años y por frenar el cambio climático, sin que la industria europea pierda su competitividad, debido a que los 27 países miembros dependen de la importación de petróleo.

"El transporte juega un papel importante en el incremento de los valores del dióxido de carbono, por lo que el objetivo es reducir el consumo de petróleo en un cuatro por ciento hasta el 2010 y trabajar en generar energía renovable", aseguró Hercsuth.

Sin embargo, para el responsable de Desarrollo Sostenible de la IRU, Jens Hügel, el tema no pasa por incentivar el uso de biocombustibles en el autotransporte, porque esto no resuelve el problema del medio ambiente. "En todo caso, en el proceso de producción del biocombustible también se genera dióxido de carbono. En lo que hay que trabajar es en el desarrollo sostenible y en las facilidades del comercio y el turismo", precisó.

Asimismo, el uso de biocombustible en el autotransporte es más costoso que la generación de otras formas de energía renovable, pero según Hercsuth por ahora es la única forma que existe actualmente. "El uso de biocombustible no sólo beneficia al medio ambiente, sino también al mantenimiento del coche, en cuanto a neumáticos y otros", recalcó.

En los últimos años, la Unión Europea promovió el uso de la electricidad renovable, un argumento que para los transportistas no es válido, toda vez que aseguran que la mayor parte del CO2 es producido por la calefacción y que su sector sólo afecta en un tres por ciento. "Es fácil apuntar a ese tres por ciento, pero por qué no hacerlo al restante 97 por ciento", reclamó Hügel.

Cifras presentadas por la IRU dan cuenta que el uso de energía emite el 33 por ciento del dióxido de carbono, el 30 por ciento es generado por el uso de la calefacción, el 20 por ciento por la eliminación de desechos tóxicos, el 17 por ciento por vehículos privados, aviones y barcos, y el tres por ciento por el transporte de carretera. "De hecho hay que reservar el petróleo para el transporte", sentenció el responsable.

Con todo, la Unión Europea creó una comisión que desde el 23 de enero de este año se encarga del tema, planteando nuevos objetivos y metas, actualizando datos y formulando nuevas propuestas. Por su parte, la IRU ha recalcado que está presente en 72 países y tiene 182 miembros, de los cuales España es uno de los más importantes.