Actualizado 31/07/2009 17:18

La Subdelegación en Huelva tilda de "vertido menor" el derrame de 30 metros cúbicos de hidrocarburo y pide "calma"

HUELVA, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -

El subdelegado del Gobierno en Huelva, Manuel Bago, calificó hoy de "vertido menor" el derrame de unos 30 metros cúbicos de hidrocarburo que se produjo ayer en la refinería de La Rábida de Cepsa, al tiempo que aseguró que "está controlado por cuatro embarcaciones y barreras contenedoras" que se encargarán de evitar que el fluido, ubicado entre unas tres y siete millas de la costa, se acerque a la playa, comprendida entre Mazagón y Matalascañas, motivo por el cual la Administración pidió "calma" a los ciudadanos.

En rueda de prensa para explicar las medidas y las actuaciones sobre el vertido, Bago apuntó que se trata de unos "pequeños fragmentos de irisaciones que se han desperdigado por el agua" --con aspecto parecido a una mancha de aceite--, a lo que añadió que al tratarse de hidrocarburo esperan que se volatilice con ayuda de las "altas temperaturas y los recursos técnicos necesarios que están triturando el residuo para que sea más fácil esta tarea".

Asimismo, la Subdelegación del Gobierno ha abierto un expediente informativo a la compañía "para aclarar e investigar las causas del incidente" que aún se desconocen.

En este sentido, Bago especificó que las líneas de trabajo que se van a poner en marcha giran entorno a "luchar contra la expansión del vertido y prevenir con todos los medios que sean necesarios su acercamiento a la costa".

En el caso de que las irisaciones de hidrocarburo pudieran llegar a la playa, el subdelegado del Gobierno afirmó que "si fuera necesario se reconduciría a una playa de sacrificio", aunque, por el momento, no tienen determinado cuál sería la zona destinado a ello.

Ante esto, tanto el subdelegado del Gobierno como el delegado del Gobierno en Huelva, Manuel Alfonso Jiménez, mandaron un "mensaje de tranquilidad y calma" a la población porque "no hay motivos para la preocupación" ya que, como aclaró Jiménez, ante la hipótesis de que el vertido se acercara a la playa "no entrañaría ningún riesgo para los bañistas".

Manuel Bago recordó que en un primer momento el mancha se dividió en tres y una de ellas, de dos kilómetros de largo por uno y medio de ancho, llegó hasta El Espigón, "donde ya estaban los operarios listos para su retirada".

El dispositivo para esta operación está compuesto por un total de 60 operarios, cuatro embarcaciones, el avión Sasemar 101, un helicóptero del Grupo de Rescate y Emergencias de Andalucía (GREA), un remolcador 'Miguel de Cervantes' procedente de Algeciras (Cádiz), además de los medios gestionados por Salvamento Marítimo, el 112, la Marina Mercante y la propia empresa. Por último, Manuel Alfonso Jiménez reiteró que la refinería "es la única responsable".