PEKÍN, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
Al menos 400 personas murieron y alrededor de 10.000 resultaron heridas como consecuencia del terremoto de 7,1 grados en la escala de Richter que sacudió esta pasada madrugada la provincia de Qinghai, en el noroeste de China, según informó el subsecretario general del Gobierno dela Prefectura Autónoma Tibetana de Yushu, Huang Limin, citado por la agencia estatal de noticias, Xinhua.
El presidente de China, Hu Jintao, y el primer ministro, Wen Jiabao, han ordenado a las autoridades locales que pongan todos los medios posibles para rescatar a los posibles supervivientes. El viceprimer ministro, Hui Liangyu, se ha trasladado a la región.
Numerosas personas continúan atrapadas entre los escombros en la localidad de Gyegu, cerca del epicentro, según Huang Limin. Gyegu, donde se encuentra la sede de la Prefectura del Gobierno, cuenta con alrededor de 100.000 habitantes, tanto permanentes como inmigrantes.
El terremoto y las consiguientes réplicas, la más potente de 6,3 grados, han causado la destrucción de viviendas, templos, gasolineras y centrales eléctricas, aparte de provocar aludes de tierra, cortes de carreteras y del suministro eléctrico y problemas en las telecomunicaciones. Aparte, una presa ha sufrido desperfectos y los operarios intentan impedir inundaciones.
