Actualizado 03/08/2009 17:53

Un informe de Movimiento por la Paz concluye que la inmigración no ha provocado una reducción salarial en Canarias

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -

La presencia de población inmigrante no conllevó un empeoramiento de las condiciones laborales en Canarias ni repercutió en una reducción de los salarios medios, según pone de manifiesto un informe realizado por Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad en Canarias (MPDLC).

El documento contó con la participación del director del Gabinete técnico de CCOO-Canarias, José Miguel González; la secretaria de Igualdad de UGT-Canarias, Olga Cáceres; la CEOE-Tenerife; el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de La Laguna, José Luis Rivero Ceballos, y el secretario de la asociación de inmigrantes senegalesa Dahira Tidjania, Massow Fall, informa MPDLC en un comunicado.

La iniciativa se enmarca dentro de la campaña de sensibilización 'Más allá de la noticia', financiada por la Viceconsejería de Bienestar Social e Inmigración del Gobierno de Canarias y la Dirección General de Integración de los Inmigrantes del Ejecutivo central.

Con este trabajo, MPDLC ha pretendido ahondar en las causas de la discriminación salarial del colectivo de inmigrantes que, según unos recientes datos publicados por el Banco de España, acceden al mercado laboral con un salario de entrada un 35 por ciento más bajo que los trabajadores españoles con la misma edad y experiencia laboral. Una diferencia que se va reduciendo en el tiempo pero que no se llega a equiparar.

Los expertos consultados por MPDLC han vinculado la causa de este comportamiento al hecho de que el colectivo de inmigrantes ocupa los puestos de trabajo más bajos y en los que se exige una menor cualificación.

En este sentido, José Miguel González, de CCOO, señaló que "la responsabilidad no está en el inmigrante sino en el puesto de trabajo". Además, añadió que, pese a que los convenios colectivos establecen que no puede haber ninguna discriminación en el cobro de un salario por un determinado tipo de empleo, el objetivo de determinados colectivos de inmigrantes, que cuentan con menos cualificación, hace que desarrollen actividades con salarios bajos a las que el resto de la población no está dispuesta a acceder, como es el caso de las centradas en los estratos salariales más bajos de la construcción, la agricultura y las estructuras hoteleras.

NICHOS ABANDONADOS

Además, González admite que se utiliza al inmigrante para ocupar dichos estratos por su aparente mayor vulnerabilidad, pese a tratarse de una oferta regulada y abierta a todo el mundo. Añade que precisamente el hecho de que este colectivo se haya centrado en nichos de empleo a los que el resto de población no ha querido acceder ha dificultado la normalización salarial.

No obstante, admite que, dada la actual situación de crisis económica, se está generando una competencia en este caso por un creciente interés de la población local por empleos que hasta ahora habían venido descartando.

Por otro lado, reconoció que su vulnerabilidad conlleva que sea el primer grupo al que se le ofrezcan irregularidades en su puesto de trabajo a cambio de mantener su empleo, un abuso que califica de "muy extendido". Añade que la situación se agrava todavía más en el caso de irregulares, con lo que se registran situaciones de total abuso.

Por su parte la secretaria de Igualdad de UGT-Canarias, Olga Cáceres, atribuye el empeoramiento del mercado laboral del Archipiélago a la situación de crisis global que afecta a todos los países y actividades.

Asimismo, recuerda que Canarias ha sido "históricamente" una de las comunidades con salarios más bajos, argumento que descarta su vinculación al fenómeno migratorio. Matizó que "cuando los inmigrantes llegan a España vienen con un nivel de formación y una experiencia laboral del país de origen que, en muchas ocasiones, no se puede transferir al país receptor", lo que, apunta, "les obliga a aceptar puestos de trabajo donde la remuneración salarial es más baja".

Cáceres explicó que el mantenimiento de la brecha salarial entre inmigrantes y el resto de la población puede deberse al ritmo de adquisición de conocimientos de los primeros así como a la temporalidad en la contratación. Asimismo, precisó que existe un proceso de asimilación salarial diferenciado en función de las nacionalidades de los inmigrantes, siendo más favorable en el caso de los procedentes de Latinoamérica y los países del Este, mientras que presenta más dificultades en los de los países africanos. Al respecto, hace hincapié también en el papel normalizador que juega el idioma.

Desde CEOE-Tenerife, se pone de manifiesto que los inmigrantes "no contribuyen a la supuesta reducción salarial", ya que, agrega, "la normativa laboral es al que determina el salario, independientemente de que sean trabajadores nacionales o inmigrantes" y vinculan el desfase que denuncia el Banco de España a la estructura del mercado laboral, teniendo en cuenta que los salarios se rigen por los convenios colectivos. Asimismo, insiste en no tener constancia de que los convenios colectivos permitan los diferenciales aludidos por el Banco de España.

VERSATILIDAD

Por su parte el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de La Laguna, José Luis Rivero, insiste en que, aunque no existen pruebas empíricas, no se puede decir que hayan empeorado las condiciones laborales, ya que éstas se encuentran establecidas en España a través de los convenios colectivos. De hecho, afirma, las diferencias salariales de Canarias respecto a la media nacional se mantienen desde los años 80, con más o menos inmigración porque la diferencia no está en la gente sino en los puestos de trabajo.

No obstante, inciió en que, en determinados segmentos del mercado de trabajo, como los de baja cualificación, puede ocurrir que los inmigrantes acepten condiciones de trabajo con retribuciones inferiores, en especial en el caso de los trabajos por tareas.

En este caso, según los estudios, se pone de manifiesto que el empresario prefiere un inmigrante porque le exige menos condiciones de trabajo y, aún respetando las legales, rota más y ofrece una mayor versatilidad.

Por su parte, el secretario de la asociación senegalesa Dahira Tidjania, Massow Fall, señaló que, además de que el colectivo inmigrante ocupa la parte de la actividad económica en la que los salarios son más bajos, tiene que trabajar más horas para mejorar sus sueldos, al mismo tiempo que es el primero en sufrir los despidos, tal y como queda patente en estos momentos en los que la mayoría de los inmigrantes están en paro.

En este sentido, admitió que algunos empresarios pueden aprovechar estas circunstancias para rebajar los salarios al colectivo inmigrante y precisa que, de hecho, se producen situaciones de este tipo, aunque aclara que son casos raros.

Finalmente, matizó que esto viene provocado porque la ley no protege adecuadamente a los trabajadores de fuera, a lo que se suma la vulnerabilidad de este colectivo. Insistió en que en ocasiones no se respetan los convenios colectivos y se abusa de los inmigrantes, llegándose a permitir situaciones de menor salario que otra persona local en el mismo puesto de trabajo. En cuanto a sectores, dijo que el sector de la construcción es uno de los que protagoniza este tipo de actuaciones.