Actualizado 19/01/2009 15:48

La juez del caso de los monitores de Alicante estima que la presencia de la bacteria "no diagnostica abuso sexual"

La madre de una escolar pidió que los monitores se sometieran a un análisis para saber si pudieron trasmitirle esa bacteria


ALICANTE, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

La juez que investiga los presuntos abusos sexuales por parte de cuatro monitores del C.P. Rafael Altamira de El Campello (Alicante), considera que no es necesario realizar pruebas a los cuatro imputados para conocer si están afectados por la bacteria 'Klebsiella Pneumoniae', que ha sido detectada en una de las presuntas víctimas, por considerar que "en modo alguno esta bacteria diagnostica abuso sexual", según la providencia emitida por la juez a la que ha tenido acceso Europa Press.

La madre de la pequeña de cinco años, aportó recientemente un informe médico que certificaba que se le había detectado la presencia de la bacteria 'Klebsiella Pneumoniae', y solicitó al juez que los cuatro monitores de comedor fueran sometidos a un análisis para saber si pudieron trasmitirle esa bacteria, que según la acusación, sólo se trasmite por vía sexual.

No obstante, la juez que lleva el caso alude al informe emitido por el médico forense, que "desaconseja la toma de muestras solicitada por no ser pertinente para evaluar pericialmente los hechos que se investigan", ya que, según recoge este escrito, "la detección de dicha bacteria no puede considerarse en modo alguno diagnóstica de abuso sexual".

La Guardia Civil abrió una investigación el pasado mes de noviembre, tras recibir una denuncia de una de las madres del centro que observó una mancha "sospechosa" en la ropa interior de su hija, quien en un primer momento negó haber sido víctima de ningún abuso. No obstante, ante la insistencia de su familia, la menor explicó que "otros niños, delante de una persona mayor, le habían realizado tocamientos", señalaron fuentes cercanas al caso.

Las fuerzas de seguridad realizaron diversas indagaciones, y detuvieron a cuatro de los cuidadores del servicio de comedor, --todos ellos varones con edades comprendidas entre los 20 y los 30 años, como presuntos autores de abusos a menores--, quienes posteriormente quedaron en libertad, imputados en la causa.

El abogado de tres de los monitores imputados, Ignacio Gally, mostró su satisfacción por la decisión de la juez, y recordó que esta bacteria, además de por vía sexual, se transmite también por el aire en el ámbito hospitalario.

Además, el letrado aseguró que sus tres defendidos desde un principio se han mostrado conformes con someterse a las pruebas que "hagan falta", si así lo considera necesario el médico forense en esta causa.