Actualizado 03/09/2008 13:51

Cambios de calor y humedad pueden aumentar la posibilidad de plagas y enfermedades como la Peste Negra, según expertos

OSLO, 3 Sep. (Reuters/EP) -

Algunos extraños inicios de plagas en Estados Unidos podrían relacionarse con los cambios en el clima sobre el océano Pacífico lo que podría ser un atisbo de lo que puede provocar el calentamiento global en la región, que podría volverse demasiado calurosa y seca para las plagas, según informó hoy un grupo de científicos.

Un grupo de científicos de Noruega, Estados Unidos y Suecia dijo hoy que el número de infectados en Estados Unidos parece que varía con las oscilaciones naturales de las condiciones de calor y frío en ese océano, lo que se conoce como la Oscilación de Década del Pacífico (PDO, por sus siglas en inglés), que puede durar entre 20 y 30 años, según un estudio de la Universidad de Oslo publicado en la 'Royal Society Journal biology Letters'.

La 'Peste Negra', que durante el siglo XIV acabó con la vida de unos 50 millones de personas, es una plaga que todavía remanece en África. En el oeste de Estados Unidos se han dado 430 casos desde 1950, es decir unos siete afectados por año.

La Organización Mundial de la Salud dice que nueve países registraron 2.118 casos en 2003 de los cuales 182 tuvieron un resultado de muerte, y en África el índice de mortalidad de la Peste negra alcanza el 99 por ciento.

Hasta ahora, los investigadores han sido incapaces de explicar estas variaciones en el número de casos, que fueron 40 en 1983 cuando el PDO registraba una fase cálida, a casi ninguno en la década de los '50, cuando el Pacífico atravesaba una fase fría. La bacteria de la plaga se extiende a los humanos a través de las pulgas que viven en las ratas.

"Los casos no se han aislado. Se puede observar que el fenómeno y el número de casos está aumentando", dijo la directora del estudio de la Universidad de Oslo, Tamara Ben Ari.

El estudio señala que el calor y las condiciones de humedad parecen favorecer tanto a las ratas como a las pulgas. Así, de acuerdo a sus investigaciones mueren menos roedores en los inviernos que no son muy fríos y en los que los alimentos son más abundantes en zonas semiáridas cuando llueve más.

CONDICIONES MORTALES PARA RATAS Y PULGAS

Pero el futuro cambio climático, potenciado por los humanos con sus emisiones de gases contaminantes, contribuirá a hacer más seco el oeste de Estados Unidos, lo que reducirá la cantidad de comida para las ratas. También se espera que las olas de calor puedan ser altamente mortales para las pulgas.

"Los periodos de alta actividad de las plagas están por disminuir en el oeste de Estados Unidos durante las próximas décadas, especialmente en las cuatro regiones más activas de la zona (estados de Nuevo México, Colorado, Arizona y Utah", señala el documento.

Asimismo también consideran que los casos de plagas podrían moverse hacia el norte y a mayores altitudes. Los científicos añaden que se podrían registrar grandes variaciones, ligadas a las impredecibles sequías y lluvias.

Por el contrario, los expertos estiman que el calentamiento global puede intensificar las plagas también en otras partes del mundo como Asia Central, donde se prevén cambios en las condiciones de humedad.

Además, el estudio se centra en los estados estadounidenses del oeste del Norte y Dakota del Sur, Nebraska, Kansas, Oklahoma y Tejas. Las plagas no se dan fácilmente en los estados del este. La plaga es difícilmente entendida, la enfermedad puede desaparecer durante décadas en un área y después reaparecer.