Reuters

GINEBRA, 7 May. (Reuters/EP) -

Las autoridades birmanas aparentemente alertaron a la población de que se aproximaba un potente ciclón al país, pero no contaban con la información de la gran ola que la tormenta trajo consigo y que arrasó buena parte de la zona del delta de Irrawaddy, según indicó la Organización Meteorológica Mundial (OMM), dependiente de la ONU.

El experto de la OMM Dieter Schiessl explicó hoy a la prensa que las autoridades comenzaron a emitir predicciones de fuertes vientos e intensas lluvias días antes de la llegada del ciclón 'Nargis', que golpeó el país el viernes y el sábado.

Sin embargo, fue el 'tsunami' (ola gigante) que acompañó el ciclón --de más de 3,5 metros de altura-- lo que causó la mayor devastación en este país asiático, donde las autoridades cifran por el momento en casi 22.500 los muertos, 41.000 los desaparecidos y en torno a un millón los que han perdido sus hogares.

"La velocidad global del viento fue correctamente prevista", indicó Schiessl, director de la OMM para la planificación estratégica y la reducción del riesgo meteorológico y de desastres. "En una tormenta repentina, la orografía de la costa y del fondo oceánico tienen un impacto significativo. Esta información sólo puede generarse de forma local", explicó en Ginebra.

Birmania no suele sufrir tormentas de esta magnitud, el último ciclón tropical que golpeó sus costas fue hace unos 40 años, precisó Schiessl. Las autoridades del aislado Estado indicaron a la OMM que el Departamento Meteorológico e Hidrológico del país había comenzado a emitir advertencias sobre el ciclón el 27 de abril, con datos procedentes de varios centros de observación de todo el mundo.

El Gobierno recibió información "oportuna y apropiada" y ésta fue divulgada a través de la televisión, la radio y la prensa escrita, indicó la OMM, citando informes recibidos desde Birmania, que expertos de la ONU en Ginebra no han podido verificar de manera independiente.

Según Schiessl, no está claro si la Junta militar en el poder en Birmania sabía como responder a esas advertencias, y comparó lo ocurrido en 2004 con el tsunami en el Océano Indico en el que murieron cientos de miles de personas. Científicos internacionales están desarrollando sistemas para ayudar a predecir el tamaño de las tormentas y ya existen sistemas sofisticados de radares que pueden ayudar a la vigilancia costera.

"No hay este tipo de sistema de radares en la zona costera de Birmania", lamentó Schiessl, subrayando que sólo pocos países en vías de desarrollo pueden permitirse el desarrollar este tipo de tecnología por su cuenta.

"Necesitamos encontrar organizaciones donantes que estén dispuestas a suministrar recursos financieros", añadió. "Los países en desarrollo carecen de la financiación y también de los recursos de personal para desplegar y operar estos sistemas", concluyó.