España acordó con Londres y Gibraltar que el Peñón gestionara el rescate del New Flame

MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

España acordó con Reino Unido y Gibraltar en agosto pasado que fueran las autoridades del Peñón quienes se encargaran de gestionar el rescate del chatarrero 'New Flame', sin entrar en la disputa sobre las aguas territoriales, informaron a Europa Press fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.

El departamento que dirige Miguel Angel Moratinos precisó incluso por escrito que el acuerdo para que Gibraltar gestionara el rescate del 'New Flame' no implicaba en modo alguno que España renunciara a la soberanía sobre esas aguas.

El 'New Flame' permanece semihundido a una milla de Gibraltar, es decir, en aguas que España considera propias, dado que sólo cedió por el Tratado de Utrecht la ciudad de Gibraltar y su puerto, no sus aguas circundantes. De ahí que España sólo reconozca como británicas las aguas del puerto, aunque Londres viene reivindicando hasta tres millas náuticas.

Sin embargo, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, se ha referido estos días, la última vez hoy, a las aguas donde se encuentra el 'New Flame' como "gibraltareñas". Fuentes parlamentarias socialistas admitieron a Europa Press que esta expresión es imprecisa, pero señalaron que "la realidad, guste o no, es que Gibraltar gestiona esas aguas".

Desde el Ministerio de Exteriores no se acepta ni la afirmación de que se trata de aguas gibraltareñas ni de que las gestiona Gibraltar. Las fuentes consultadas explicaron que España aceptó que Gibraltar se encargase de exigir responsabilidades al armador del 'New Flame' dado que el barco salió del puerto del Peñón sin autorización de las autoridades de éste, lo que provocó que el pasado 12 de agosto chocara contra el petrolero Torm Gertrud.

Lo cierto es que en ocasiones anteriores España ha intentado evitar crear un conflicto con Londres por las tres millas náuticas que viene reivindicando en torno a Gibraltar, como cuando la Guardia Civil apresó en julio pasado a uno de los barcos de la compañía Odyssey en cuanto abandonó el puerto del Peñón. El apresamiento se produjo a 3,5 millas.