Asegura que hay un abismo entre el discurso de Zapatero y su política y le acusan de rendirse a las presiones del sector energético
MADRID, 7 May. (EUROPA PRESS) -
Greenpeace denunció este miércoles que los planes de captura y almacenamiento de carbono (CAC) de forma subterránea CO2 son una "estafa" que obstaculiza las verdaderas soluciones para luchar contra el cambio climático, con motivo de la presentación a nivel internacional de su informe 'Falsas Esperanzas. Por qué la captura y almacenamiento de Carbono no salvará el Clima".
En este sentido, la responsable de la campaña de Cambio Climático de la organización, Raquel Montón, dio cinco razones para descartar esta opción: no ofrece una solución, porque sus posibilidades comerciales no existirán hasta 2030, mientras que la reducción de emisiones debe comenzar en 2015; despilfarra energía, utilizando entre un 10 y un 40 por ciento de la que usa una central térmica y anulando la eficacia energética de los últimos 50 años; es arriesgada porque no garantiza un secuestro seguro y permanente; cara, porque incrementará el coste de la electricidad entre un 21 y un 91 por ciento; y entraña riesgos de responsabilidad civil no regulados.
El director de Greenpeace España, Juan López de Uralde, aseguró que los proyectos en esta dirección que persiguen enterrar el CO2 de forma indefinida para evitar su propagación a la atmósfera desvían la atención y la inversión en las verdaderas soluciones, la eficiencia y el ahorro energético y las energías renovables.
"No sólo es contradictorio sino excluyente. Perpetúa el modelo actual de quema de carbón para generar electricidad porque es una estrategia de las industrias carboneras", advirtió.
TRES TECNOLOGÍAS SIN DESARROLLAR
El CAC abarca tres tecnologías diferentes y, según Greenpeace, no hay en el mundo ningún proyecto piloto que integre todas ellas. Así, Montón explicó que la captura del CO2 (procedente de la quema de carbón de las centrales térmicas para generar electricidad) puede producirse antes, mientras o tras la quema. En este sentido, explicó que todavía no se ha comercializado ninguna técnica, y que se apuesta por la captura tras la quema que es la más derrochadora.
La segunda tecnología comprende el transporte del CO2 hacia su lugar de almacenaje, en principio a través de gaseoductos, cuyo coste depende de la longitud y la calidad del material. Sólo existe una red de gaseoductos de 2.000 kilómetros en Estados Unidos.
El tercer proceso, el almacenamiento, que se prevé en minas de carbón fuera de explotación, acuíferos salinos subterráneos o pozos de petróleo (operativos o no), sólo cuenta con un proyecto piloto en Noruega, donde desde hace 12 años se inyecta una tonelada métrica al año en un pozo salino.
RESERVAS EN LUGARES EMBLEMÁTICOS
Y, sin embargo, el Gobierno ya ha reservado emplazamientos en Cantabria, Aragón, País Vasco, Castilla La Mancha, Castilla y León, Andalucía, Madrid y Comunidad Valenciana, para estudiar el posible almacenamiento de CO2, algunos, según Montón, en lugares tan emblemáticos como las Lagunas de Ruidera (en Ciudad Real) o frente a la costa del Parque Nacional de Doñana (en Huelva).
López de Uralde manifestó su preocupación sobre la posición del Gobierno ante la Captura y Almacenamiento de Carbono y advirtió que el Ejecutivo se ha rendido a las presiones de las centrales térmicas, "que en España tienen grandes nombres y apellidos". "Hay un abismo entre el discurso de Zapatero y las acciones reales de este Gobierno, empezando por haber reducido el peso de la política medioambiental al unirla al ministerio de Agricultura", señaló.
A juicio de la organizaciones pueden reducir globalmente las emisiones de CO2 casi un 50 por ciento para 2050, además de asegurar el suministro energético y hacerlo de un modo "asequible y, manteniendo estable el desarrollo económico mundial", a través de las energías renovables y un uso inteligente de las mismas.
"En España, se puede ir más allá, se podría abastecer el 100% de la demanda de electricidad sólo con fuentes renovables para 2050, incluso se podría obtener la totalidad de la demanda energética", asegura Más de 100 organizaciones no gubernamentales de todo el mundo se han unido para demandar que la CAC no sea utilizada como "una excusa para construir nuevas centrales eléctricas de carbón".
