Actualizado 24/03/2010 17:45

HRW denuncia el "ataque coordinado y prolongado" del Gobierno etíope contra sus oponentes


MADRID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno etíope está llevando a cabo un ataque coordinado y prolongado contra oponentes políticos, periodistas y activistas pro Derechos Humanos de cara a las elecciones que se celebrarán el próximo mes de mayo, según denunció este miércoles la organización Human Rights Watch (HRW).

El informe de 59 páginas --'Un centenar de formas de ejercer presión: violaciones de la libertad de expresión y asociación en Etiopía'-- documenta las diferentes formas en las que el gobernante Frente Revolucionario Democrático del Pueblo Etíope (FRDPE) ha castigado sistemáticamente a los simpatizantes de la oposición.

Desde las elecciones de 2005, el partido ha ejercido un control casi total de los gobiernos municipales para menoscabar los medios de vida de sus opositores mediante la negación de servicios como los microcréditos o las oportunidades de empleo, según HRW. El informe también documenta la manera en que las leyes recientemente adoptadas restringen seriamente las actividades de la sociedad civil y de los medios de comunicación.

"Expresar un desacuerdo es muy peligroso en Etiopía", afirmó la directora para África de HRW, Georgette Gagnon. "El partido gobernante y el Estado se están convirtiendo en una misma cosa, y el Gobierno está utilizando todo su poder para eliminar a la oposición e intimidar a la población para que permanezca callada", agregó.

El periódico independiente más destacado fue cerrado en diciembre de 2009 y el Gobierno interfirió las emisiones radiofónicas de Voice Of America el mes pasado. Los etíopes no pueden hablar con libertad, organizar actividades políticas ni cuestionar las políticas gubernamentales --ya sea mediante las protestas pacíficas, las elecciones o la publicación de sus opiniones-- sin temor a las represalias, según HRW. En 2008, el Gobierno encarceló arbitrariamente al líder de la oposición Birtukan Midekssa, presidente del Partido de Unidad para la Democracia y la Justicia.

Etiopía tiene una fuerte dependencia de la asistencia extranjera, que equivale aproximadamente a un tercio del gasto total del Gobierno. Los principales donantes extranjeros del país --el Banco Mundial, Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea-- han mostrado mucha timidez en sus críticas sobre el deterioro de la situación de los Derechos Humanos en Etiopía, lamentó HRW.

INFLUENCIA DE LOS FUNCIONARIOS

Además, los funcionarios municipales ejercen una influencia considerable sobre los medios de vida de los residentes: son responsables de seleccionar y supervisar a los participantes en programas de trabajo por ayuda, asignar semillas y fertilizante, conceder microcréditos y suministrar cartas de recomendación para empleos, oportunidades educativas y capacitación. Los partidos de la oposición afirman que sus afiliados han disminuido porque la población no tiene más remedio que afiliarse al partido gobernante para salvaguardar sus empleos y alimentar a sus familias.

Por todo esto, la organización ha instado al Gobierno etíope a que adopte medidas urgentes para mejorar el ambiente electoral poniendo inmediatamente en libertad a todos los presos políticos, entre ellos Midekssa. HRW apela también al Gobierno para que ordene públicamente a todos los funcionarios y los miembros del partido gobernante que cesen los ataques y las amenazas contra miembros de la oposición política, la sociedad civil y los medios de comunicación.

"Las entidades extranjeras que apoyan a Etiopía deben romper su silencio y condenar el ambiente de miedo en el país", afirmó Gagnon. "Los donantes deben utilizar su considerable influencia financiera para presionar con el fin de terminar con el hostigamiento de la oposición y las leyes opresivas contra los activistas y los medios de comunicación", concluyó.