Publicado 26/04/2024 11:00

"Sensibilizar sobre los beneficios de la rehabilitación de edificios". Por Càtia Alves, de UCI

Càtia Alves es directora de Sostenibilidad y Rehabilitación en UCI
Càtia Alves es directora de Sostenibilidad y Rehabilitación en UCI - UCI

   En la actualidad, la rehabilitación energética de los edificios emerge como un pilar fundamental en la transición hacia un mundo más sostenible. Este proceso no solo revitaliza las ciudades, sino que también promueve una economía baja en carbono, mejorando la calidad de vida de las personas y preservando el patrimonio colectivo.

   En contextos donde el parque construido evidencia una notable antigüedad e ineficiencia, como es el caso de España, el impacto de estas acciones es particularmente significativo, ofreciendo una oportunidad única tanto para la preservación ambiental como para el crecimiento económico.

   La mejora en la eficiencia de los edificios no solo conlleva un incremento en la seguridad y el confort, sino que también conduce a una reducción significativa en el consumo de energía, disminuyendo los costes y revalorizando las propiedades.

   La urgencia de actuar se ve reforzada por iniciativas como los fondos Next Generation EU o la recién aprobada Directiva de Eficiencia Energética en Edificios (EPBD por sus siglas en inglés), que subrayan la necesidad de reformas enfocadas en la sostenibilidad, si bien es cierto que aumentar la concienciación colectiva es imprescindible para forjar un cambio duradero y positivo.

   Más allá de la iniciativa de las administraciones, en el corazón de esta transformación se encuentra la colaboración entre diversas entidades, un aprendizaje derivado de crisis como la pandemia del COVID-19, donde la unión de los esfuerzos entre ciencia y capital aceleró el desarrollo de vacunas. De manera similar sucede en el terreno de la rehabilitación, donde la sinergia entre instituciones financieras y otros actores del sector se manifiesta esencial.

   La adaptación de modelos financieros para apoyar la adaptación de inmuebles refleja una visión progresista, donde los préstamos para mejorar la eficiencia energética de hogares y edificios deberían ser una práctica tan común como la solicitud de un préstamo al consumo para financiar la compra de un nuevo vehículo.

   Mirando hacia el futuro, las políticas y la financiación orientadas que buscan la descarbonización se perfilan como pilares para liderar una revolución verde en la construcción y la mejora de los edificios. Al adoptar estas medidas, no solo avanzamos hacia el cumplimiento de los objetivos climáticos, sino que también trazamos el camino hacia un futuro más justo y próspero.

   Como pioneros en este campo, recae sobre nosotros la responsabilidad de promover y adoptar estas prácticas. Comprometiéndonos con esta transformación, no solo establecemos metas, sino que también concretamos acciones que garantizan un legado de bienestar y respeto por nuestro planeta para las futuras generaciones. Al unirnos en este esfuerzo, estamos rediseñando no solo nuestros hogares u oficinas, sino también el futuro de nuestra relación con el medioambiente.

   Es momento de actuar con determinación en favor de un cambio sustancial. Este compromiso con la sostenibilidad se extiende más allá de las fronteras de la industria de la construcción, invitando a una amplia gama de sectores a unirse en la búsqueda de soluciones innovadoras y respetuosas. La integración de tecnologías renovables, la adopción de materiales ecológicos y la implementación de diseños que optimicen el uso de recursos naturales son solo algunos ejemplos de cómo podemos avanzar hacia una mayor armonía con nuestro entorno.

   Además, la participación y consciente de la comunidad en estos procesos de rehabilitación fortalece el tejido social y empodera a los individuos al hacerlos partícipes de la construcción de un futuro más verde. Esta colaboración entre profesionales, ciudadanos y autoridades puede catalizar la innovación y acelerar la transición hacia prácticas más respetuosas con el planeta, consolidando una cultura de sostenibilidad que se extienda a todas las facetas de nuestra vida.

   Por tanto, nuestra llamada a la acción es clara y urgente. Es imperativo que todos los actores involucrados, desde el sector privado hasta el público, pasando por los profesionales de la construcción hasta los ciudadanos trabajen juntos en pro de un objetivo común: la transformación de nuestro entorno construido en uno que no solo resista las pruebas del tiempo y del clima, sino que también fomente una convivencia armoniosa con el medio ambiente. La tarea que tenemos por delante es ambiciosa, pero con la colaboración y el compromiso de todos, es plenamente alcanzable.

   La innovación debe ser el faro que guíe nuestros esfuerzos, explorando nuevas fronteras en el diseño y la construcción que prioricen la eficiencia energética, la reducción de la huella de carbono y la inclusión social. Los proyectos de reconstrucción deben ser vistos como oportunidades para re-imaginar nuestros espacios, transformándolos en modelos de sostenibilidad y bienestar.

   Es necesario trabajar en la acción individual para llegar a impulsar la acción colectiva. Es difícil cambiar a un colectivo en su conjunto, pero es más sencillo sensibilizar a las personas a título individual.

   El legado de nuestras acciones de hoy se medirá por la calidad del mundo que dejamos para las generaciones futuras. Al abrazar la rehabilitación como una prioridad y trabajar juntos, estamos invirtiendo en un futuro donde la prosperidad y el respeto por el medioambiente van de la mano.

   Porque al final, el futuro será sostenible o no será.

   Càtia Alves es directora de Sostenibilidad y Rehabilitación en UCI