Actualizado 10/12/2008 14:47

El Gobierno vasco destinará 78.000 euros anuales a Green Belt Movement para plantar 230.000 árboles

Los Nobel de la Paz Wangari Maathai y Rajendra Pachauri analizan, junto a Larrañaga, acciones de colaboración contra cambio climático


POZNAN (POLONIA), 10 Dic. (EUROPA PRESS) -

La consejera vasca de Medio Ambiente, Esther Larrañaga, y la fundadora de Green Belt Movement, Wangari Maathai, Premio Nobel de la Paz 2004, suscribieron hoy en Poznan (Polonia) un acuerdo para la renovación por dos años, prorrogables por uno más, del convenio que mantienen ambos organismos para la compensación voluntaria de emisiones de gases de efecto invernadero a través de la reforestación.

El Ejecutivo vasco destinará un máximo de 78.000 euros anuales a este proyecto, lo que permitirá plantar unos 230.000 árboles en este periodo de tiempo.

La firma de este acuerdo de colaboración se efectuó tras la intervención de ambas, junto al presidente del Panel Intergubernamental sobre Cambio climático y Premio Nobel de la Paz en 2007, Rajendra Pachauri, en una conferencia desarrollada en el marco de las actividades de la XIV Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático.

La colaboración vasca en este proyecto, en palabras de Larrañaga "tan simple como poderoso", ha contribuido en su primera fase a plantar más de 1,5 millones de árboles en Kenia entre 2006 y 2008, principalmente en zonas degradadas de captación de aguas en selvas, granjas y terrenos públicos (escuelas, hospitales, caminos, o iglesias), con una cifra estimada de 24.000 toneladas de CO2 compensadas.

Además, la iniciativa pretende propiciar la participación de las mujeres y promover el desarrollo sostenible de las comunidades locales que participan en él, aspectos a los que la consejera vasca agregó la importancia del componente de solidaridad entre las mujeres, "todas habitantes de un único e irremplazable planeta".

En esta línea, planteó que el desarrollo que mantiene desigualdades no es sostenible y advirtió de que, en momentos de crisis económica y ecológica, proteger el medio ambiente es "la clave" para garantizar el futuro y el bienestar social. Del mismo modo, señaló que el conocimiento y la investigación deben ser "la base esencial" en el diseño de políticas ambientales y subrayó la importancia de combinar "el pensamiento global con la acción local". "Tenemos el reto y la oportunidad de abrir la puerta a la colaboración", agregó la responsable del Departamento vasco de Medio Ambiente.

"SOLIDARIDAD" DE LOS GOBIERNOS

Por su parte, Maathai alertó de las consecuencias que tendría "no hacer nada" para frenar el cambio climático, por lo que insistió en que involucrarse en este tipo de medidas "es de común interés", a pesar de la crisis económica actual. En este sentido, confió en que la Conferencia de la ONU que se celebra "en la tierra de Lech Walesa, de solidaridad", sirva para que los gobiernos muestren "solidaridad" y "trabajen juntos".

La líder keniata detalló, en su intervención, los logros del proyecto desarrollado por Green Belt Movement, "una solución" que consiste en "plantar árboles, educar a las comunidades locales y proteger los bosques".

Por su parte, Rajendra Pachauri incidió en la necesidad de la cooperación entre los paises del norte y del sur en su intervención, en la que expuso el proyecto 'Lighting a billion lives', mediante el cual se pretende actuar durante los próximos años en las zonas que actualmente no disponen de luz en los países en vías de desarrollo y extender en ellas el uso de mecanismos como linternas solares.

Según advierte el experto en cambio climático, 1,6 billones de personas en el mundo no disponen de acceso a la electricidad o a otras formas modernas de energía, lo que supone un cuarto de la humanidad.