Aumentan las extorsiones por internet para no difundir imágenes íntimas

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Actualizado: jueves, 15 octubre 2015 13:21

BILBAO, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Ertzaintza ha detectado en la Comunidad Autónoma Vasca un aumento de denuncias por el delito de extorsión económica bajo la amenaza de difundir imágenes íntimas o de contenido sexual de la víctima. En concreto, se han presentado 22 denuncias en los últimos meses.

Este ciberdelito, conocido también como "sextorsión", afecta especialmente a hombres y mujeres de entre 20 y 30 años. La Policía vasca recomienda precaución a la hora de relacionarse con desconocidos en las redes sociales y de grabar o difundir imágenes íntimas o de contenido sexual, según ha informado el Departamento de Seguridad.

En concreto, la Ertzaintza ha registrado en los últimos meses un total de 22 denuncias en todo el País Vasco, la mitad de ellas recogidas por la comisaría de Bilbao. De esas 22 denuncias, once se han producido en el mes de setiembre.

Según ha explicado, el inicio del delito comienza cuando la víctima acepta la invitación de amistad en alguna red social de una persona desconocida, que, luego, resulta ser un extorsionador y que actúa dentro de un grupo organizado.

La Ertzaintza ha precisado que, tras ganarse la confianza de la víctima y acceder a su lista de contactos, la relación avanza hasta un momento en el que se comunican por videollamada a través de Skype. Por parte de los extorsionadores, aparece una mujer que convence a la víctima a desnudarse o a realizar alguna actividad sexual que queda grabada.

Una vez conseguidas esas imágenes los delincuentes exigen cantidades que van de los 1.000 a los 2.000 euros a cambio de no hacerlas públicas. Para agravar la intimidación, los extorsionadores muestran a la víctima algunos fragmentos de la grabación, e incluso, en algún caso, han llegado a su distribución entre las amistades de la persona afectada.

La Ertzaintza, que investiga estos delitos, ha llegado a detectar que los servidores informáticos que usan los delincuentes están ubicados en países como Costa de Marfil o Marruecos, aunque no implica necesariamente que los autores se encuentren en esos lugares.

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