PALMA, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
El fiscal Anticorrupción Juan Carrau ha defendido, al finalizar el juicio del caso Exámenes, que ha quedado desmontada la teoría de las defensas de que el correo incriminatorio con las preguntas de la oposición de la Policía Local pudo ser suplantado.
En su informe final, Carrau ha pedido al Tribunal que declare probado que el exdirector general de Seguridad Ciudadana, Enrique Calvo, envió a un policía interino, Daniel Montesinos, siete de las diez preguntas del examen de ascenso a oficial del año 2012 --preguntas que le habrían adelantado para ello los exmandos policiales Antoni Vera y Rafael Estarellas-- para que las remitiera a dos aspirantes, Tomás Mas y Santiago Adrover.
Parafraseando el principio de la navaja de Ockham, el fiscal ha remarcado que "lo más simple suele ser lo más probable": en este caso, ve mucho más verosímil que Calvo enviara las preguntas, como se plasma en el acta notarial que recogió Montesinos, antes que "conspiraciones mundiales" para implicarle con una supuesta suplantación de correo electrónico.
En esta línea, Carrau también ha mencionado el principio de Hanlon para advertir que "no hay que considerar que ha sido la maldad lo que se explica por la estupidez". La Fiscalía cree que Calvo pensó que si enviaba las preguntas a través de un intermediario podría evitar ser identificado.
El fiscal ha mantenido su petición para la excúpula policial y los dos opositores, con condenas de un año y medio de cárcel e inhabilitación de hasta 12 años para el ejercicio de cargos públicos, por delitos de revelación de secretos, prevaricación y omisión del deber de perseguir delitos. También ha solicitado anular el ascenso a oficial y la obtención de plaza de los dos agentes acusados. En cambio, ha retirado la acusación contra otro funcionario, Emilio Quetglas.