MADRID, 2 May. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Exteriores de Armenia y Azerbaiyán, Ararat Mirzoián y Jeyhun Bayramov, respectivamente, mantuvieron el lunes una reunión en Estados Unidos junto al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, para intentar avanzar en las conversaciones de cara a un acuerdo de paz.
El viceportavoz del Departamento de Estado estadounidense, Vedant Patel, ha dicho que Washington está trabajando para "facilitar las negociaciones" mientras ambos ministros "trabajan juntos para buscar un futuro pacífico en la región del Cáucaso Sur".
Así, ha señalado que Blinken "considera que el diálogo directo es clave para resolver los problemas y lograr una paz duradera". "Es algo en lo que está muy involucrado", ha explicado, antes de incidir en que Estados Unidos "cree que es posible la paz entre ambos países". "Creemos que el diálogo directo a través de la diplomacia es clave", ha zanjado.
El Ministerio de Exteriores armenio ha confirmado la reunión de Mirzoián con Bayramov y Blinken y ha desvelado que en la misma se abordó "la situación de seguridad regional y asuntos sobre la normalización de las relaciones" bilaterales, según un comunicado publicado en su página web.
"La situación humanitaria derivada del bloqueo ilegal del corredor de Lachín --que conecta territorio armenio con la autoproclamada república de Nagorno Karabaj-- a causa de las acciones de Azerbaiyán también ha sido abordada", ha dicho, sin dar más detalles al respecto.
Bakú había confirmado días antes que Bayramov se desplazaría a Estados Unidos para "un viaje de negocios" a invitación de Blinken. El Ministerio de Exteriores azerí confirmó que, en el marco de la visita, el titular de la cartera "participaría en una nueva ronda de negociaciones sobre el proyecto de 'acuerdo de paz' entre Azerbaiyán y Armenia".
Armenia y Azerbaiyán han protagonizado diversos enfrentamientos durante los últimos años, el último en 2020, en torno al control de Nagorno Karabaj, un territorio azerí con población mayoritariamente armenia que es foco de conflicto desde que decidiera separarse en 1988 de la región de Azerbaiyán integrada en la Unión Soviética.
Las tensiones repuntaron nuevamente con nuevos incidentes de seguridad entre ambos países por la decisión de Bakú de instalar un "puesto fronterizo" en el corredor de Lachín, algo criticado por Ereván y Moscú, que mantiene desplegadas tropas de paz en la zona tras el acuerdo de alto el fuego tras la guerra de 2020.
Azerbaiyán ha denunciado en varias ocasiones el tránsito de armas y municiones a través del corredor de Lachín y ha dicho que estas operaciones tienen lugar a pesar de la presencia de las fuerzas rusas en la zona, argumentando que deben garantizar que este tipo de entregas no tienen lugar.
