AMSTERDAM, 30 Jun. (Reuters/EP) -
El alcalde de La Haya, Jozias van Aartsen, ha hecho un llamamiento a la calma este martes después de la noche de protestas del lunes que ha acabado con 16 detenidos. Las concentraciones se convocaron como muestra de condena a la muerte de Aruban Mitch Henriquez, un hombre de 42 años que se encontraba en custodia policial y falleció en extrañas circunstancias.
"Llamo a la calma para que la sensación de indefensión y miedo no degenere en violencia", ha afirmado Van Aartsen, en un intento por suavizar las movilizaciones después de una noche en la que la Policía ha detenido a 16 personas por actos de "violencia pública". Las protestas degeneraron en unos disturbios en los que algunos manifestantes han lanzado piedras y bengalas contra los agentes.
Henriquez fue arrestado el pasado sábado tras supuestamente gritar que tenía una pistola y tras permanecer en custodia policial murió en un hospital de La Haya. La versión policial apunta a que el detenido se sintió mal en el camino hacia la comisaría, no obstante, un video grabado por un testigo muestra como se llevan a Henriquez aparentemente inconsciente tras una brusca detención realizada por seis Policías.
El caso ha recordado a los casos de violencia policial de los últimos tiempos en Estados Unidos y ha puesto de manifiesto la insatisfacción inmigrantes turcos y marroquíes de segunda generación que han denunciado la recurrente discriminación de las autoridades. Los protestas se convocaron por redes sociales y se organizaron en torno a una comisaría de Policía, tras lo cual se extendió por el distrito de Schilderswijk, los agentes actuaron con contundencia después de que los manifestantes quemaran quioscos y rompieran escaparates.
No es la primera vez que las autoridades de La Haya son acusadas de racismo en los últimos años. Así, en 2013 un documental que contaba con los testimonios de antiguos agentes y víctimas apuntaba a las practicas racistas del cuerpo y a la recurrente violencia que aplican contra inmigrantes y extranjeros.
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