Australia presiona a China en relación con los Derechos Humanos

La Primera Ministra De Australia, Julia Gillard, De Visita Oficial En China
REUTERS
Actualizado: martes, 26 abril 2011 14:47


PEKÍN, 26 Abr. (Reuters/EP) -

La primera ministra de Australia, Julia Gillard, ha presionado al Gobierno chino en relación con los Derechos Humanos y su relación con Corea del Norte durante su visita a Pekín, donde también ha intentado reforzar los vínculos comerciales con un país que es el principal comprador del carbón y el mineral de hierro australianos.

"La relación con China está en buen estado", ha declarado a los medios de comunicación después de reunirse con su homólogo chino, Wen Jiabao. "Por supuesto, nuestra relación económica es vital para los intereses nacionales de Australia y está creciendo a pasos de gigante", ha destacado.

China recibe más de una cuarta parte de las exportaciones australianas y a principios de 2009 superó a Japón como principal socio comercial del país insular. Los intercambios comerciales bilaterales han superado los 100.000 millones de dólares australianos (más de 73.500 millones de euros), frente a los 57.000 millones (42.000 millones) de 2009.

Gillard ha precisado que los temas fundamentales de las conversaciones han sido el comercio y las inversiones, así como la necesidad de acelerar las negociaciones sobre un acuerdo de libre comercio.

Pero también abordó el asunto de la situación de los Derechos Humanos en China. "He tenido la ocasión de tratar con el primer ministro Wen cuestiones relacionadas con la preocupación de Australia por los Derechos Humanos", ha indicado Gillard, que ha resaltado los "notables progresos" que ha hecho China en lo que se refiere a la reducción de la pobreza.

La primera ministra mencionó específicamente el trato que reciben las minorías étnicas y los defensores de los Derechos Humanos y la cuestión de la libertad religiosa. Wen "expresó la opinión de que China no ha dado un paso atrás en el ámbito de los Derechos Humanos", ha explicado.

Por otro lado, Gillard ha señalado que "a Australia no le interesa, y tampoco a China, que Corea del Norte lleve a cabo actos de agresión y que haya inestabilidad en la península Coreana". Al igual que Japón y Estados Unidos, Australia quiere que Pekín ejerza más presión para que Pyongyang abandone su actitud hostil y reanude las conversaciones sobre su desarme nuclear.