BRUSELAS, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
La primera ministra en funciones de Bélgica, Sophie Wilmès, ha anunciado a última hora de este jueves el cierre de restaurantes, bares y discotecas y de la suspensión de las clases hasta al menos Semana Santa para tratar de frenar el avance de la pandemia de coronavirus en el país, en donde hay ya 399 casos confirmados.
Los colegios estarán por tanto cerrados hasta abril pero, según ha matizado Wilmès, algunos centros permanecerán abiertos como "solución" para las familias que no tengan más opción para cuidar de los menores que recurrir a personas de la tercera edad, grupo considerado de riesgo.
"El cierre de las escuelas no puede ser contraproducente para el objetivo final, que es evitar la propagación del virus", ha expresado la primera ministra en declaraciones a la televisión RTBF. También habrá instalaciones abiertas para los pequeños cuyos padres desempeñan su labor en la "seguridad pública".
Por ello se han buscado soluciones para que el plan de acción no exponga más al virus a la población vulnerable que se quiere proteger, que era una de las razones por las que la región de Flandes se resistía a aceptar el cierre de los colegios. Las guarderías, además, podrán seguir abiertas.
Los transportes públicos seguirán prestando servicio aunque el Gobierno pide a los usuarios que reduzcan sus desplazamientos a los "indispensables" y pide a empresas y trabajadores que privilegien el teletrabajo desde los domicilios.
Así lo ha anunciado Wilmès en una rueda de prensa tras más de cuatro horas reunida con el gabinete de crisis, del que también formaban parte los máximos representantes de las regiones de Flandes y Valonia, enfrentadas por el cierre de los centros educativos.
Wilmès ha tenido que activar la "fase federal" de gestión de crisis para poder dictar normas obligatorias en todo el país, después de que las regiones siguieran de manera desigual las primeras recomendaciones que transmitió el martes.
"Todas las actividades recreativas, deportivas, culturales o folclóricas, ya sean públicas o privadas y sin importar su tamaño, quedan suprimidas con el objetivo de limitar la propagación del virus", ha indicado la política belga.
También ha medidas que afectarán a los comercios ya que solo los considerados como servicios "esenciales", como las farmacias y tiendas de alimentación, podrán seguir abiertos con normalidad. El resto de comercios tendrán que cerrar durante el fin de semana.
Los bares, restaurantes, discotecas y demás locales de hostelería tendrán que cerrar hasta contener el virus, aunque los hoteles sí podrán continuar con su actividad. Solo en Bruselas, la ocupación hotelera ha caído del habitual 80% en esta época al 25%, según datos ofrecidos por el alcalde de la ciudad, Philippe Close.
Bélgica cuenta ya 399 casos de personas contagiadas por el virus, de las que la mayoría, 255, se han registrado en Flandes, mientras que 45 se han producido en Valonia y 98 en Bruselas, más de una treintena en una residencia de ancianos de la región capital.
El nuevo paquete de medidas anunciado por el Gobierno federal en funciones entrará en vigor en la medianoche del viernes al sábado y estarán en vigor hasta el 3 de abril, cuando empiezan en Bélgica las vacaciones de Semana Santa.
"La situación evoluciona rápidamente. La situación sanitaria de hoy no es la que era ayer ni es la que será mañana, pero lo vigilamos hora tras hora", ha afirmado la primera ministra, quien ha pedido a "todos los niveles políticos" que se suman a los esfuerzos de contención y garanticen que se aplican las medidas restrictivas.
"Es una condición 'sine qua non' si queremos ser eficaces", ha remachado, para recalcar después que Bélgica se mantiene en la fase 2 de la pandemia que implica que se toman medidas para "contener la dispersión y multiplicación" del Covid-19 en el país.
