Archivo - El Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell - Juan Manuel Serrano Arce - Europa Press - Archivo
MADRID, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Alto Representante para Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, se ha mostrado positivo este martes ante la posibilidad de que los ministros de Defensa de los Veintisiete den el visto bueno a la creación de una misión de entrenamiento europea a los soldados del Ejército ucraniano.
"Tenemos un procedimiento bastante complejo para identificar los objetivos y los propósitos, las dimensiones (y) los recursos. Pero espero que tengamos 'luz verde' política para esta misión", ha expresado Borrell en Praga antes de una reunión informal de los ministros de Defensa de la UE.
En este sentido, ha explicado que, durante este martes, discutirán la situación en Ucrania, especialmente los recientes bombardeos en los alrededores de la planta nuclear de Zaporiyia. "Vemos el continuo bombardeo indiscriminado de civiles (y) atrocidades contra los prisioneros de guerra", ha explicado.
Borrell ha calificado de "peligroso" el juego nuclear de Moscú, por lo que ha señalado que Kiev necesita apoyo por parte de la UE. "El Ministro de Defensa de Ucrania, (Oleksi Reznikov) estará con nosotros. Esta es para mí la parte más importante de la reunión", ha dicho.
"¿Cómo podemos impulsar la industria de defensa europea? ¿Cómo podemos hacer que los Estados miembros compren más equipos porque estamos agotando nuestras existencias? Estamos proporcionando tantas capacidades a Ucrania que tenemos que volver a llenar nuestras existencias", se ha preguntado.
Aunque quedan muchos detalles por definir, como fijar la base de operaciones, con todo, la idea es aunar los esfuerzos que por separado ya hacen los países de la UE para brindar entrenamiento militar a los soldados ucranianos, que combaten desde febrero la invasión rusa.
Para la jornada del miércoles, cuando seguirá la reunión a nivel informal de ministros de Exteriores, estará sobre la mesa la posible limitación de la política de visados para ciudadanos rusos, un punto que interesa en particular a los países bálticos, Polonia o República Checa, anfitriona y que ocupa la presidencia semestral de la UE.
