MADRID, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Estados Unidos ha abogado ante el de Argelia por seguir trabajando para lograr "una solución política digna" para el Sáhara Occidental, un escenario en el que Washington no ha llegado a dar marcha atrás formalmente al reconocimiento de la soberanía marroquí que concedió a finales de 2020 el entonces presidente, Donald Trump.
La secretaria de Estado adjunta de Estados Unidos, Wendy R. Sherman, y el ministro de Exteriores de argelino, Ahmed Ataf, han mantenido una conversación telefónica en la que han hablado, entre otros temas, de la necesidad de seguir trabajando en aras de la "estabilidad regional" y de la reciente elección de Argelia como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU.
Washington confía en poder colaborar con Argel en el Consejo en un "amplio abanico de desafíos", incluido el "pleno apoyo" al enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, que ha tratado en vano de acercar a las partes para que reanuden un proceso que, a día de hoy, permanece estancado.
La Administración de Joe Biden ha subrayado el apoyo a De Mistura en un momento en el que "intensifica los esfuerzos para lograr una solución política duradera y digna para el Sáhara Occidental". Argelia es en este escenario un socio clave del Frente Polisario, que reivindica el derecho de autodeterminación de la antigua colonia española frente al plan de autonomía planteado por el rey de Marruecos, Mohamed VI.
Rabat recibió un espaldarazo diplomático en la etapa de Trump en la Casa Blanca, cuando el expresidente avaló la marroquinidad del Sáhara Occidental. La Administración Biden ha evitado vincularse con esta declaración y se limita a considerar el plan de autonomía maroquí un proyecto "serio, creíble y realista", sin señalar que sea el único válido pero sin tampoco romper formalmente con la tesis de 2020.
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